La tierra tembló sin cesar por casi un minuto el 16 de abril del 2016. Muchos no imaginaban que Ecuador iba a vivir un movimiento telúrico de esa magnitud. Sí, como los temblores que se registran en otras partes del mundo y que solo se veían en las noticias por televisión, refiere Magaly Véliz.
Pamela Chávez, vive con ansiedad desde ese día. «Aún tengo nervios. Me preocupa que ocurra otra vez, que esté lejos de mi familia y no los pueda proteger», revela.
Después del terremoto de 7.8 que sacudió Manabí y Esmeraldas, y que además se sintió en muchas otras provincias del país, según la página web del Institugo Geofísico del Ecuador (IG) se han registrado, hasta la noche del 15 de abril del 2019, un total de 2.053 sismos.
El año que reportó más movimiento de las placas tectónicas sin duda fue el 2016, desde la fatídica fecha hasta diciembre se contabilizaron 551 temblores. Algunos de ellos con una escala de richter alta que mantuvo con los pelos de punta a más de un ciudadano, después de recordar los momento vividos el 16A.
Mientras que en 2017 el IG reporta en su web 377 movimientos telúricos, en 2018 un total de 529 y en lo que va del 2019 se registran 115 temblores, estos en territorio ecuatoriano como en sus costas.
«Después del 16 de abril sin duda como ecuatorianos nos unimos, los momentos de angustia y temor sacaron la mejor versión de cada uno de nosotros», dice Fernando Delgado, quien pudo observar la destrucción de Portoviejo, minutos después del terremoto y cómo las personas se ayudaban los unos a los otros.
Para Jahaira Álava, este fenómeno natural le enseñó a estar prevenida e informarse de las formas adecuadas para evacuar o resguardarse dentro de su domicilio.
Cifras
El terremoto del 16A dejó 675 muertos y más de 6.000 heridos. Aproximadamente 29.000 construcciones fueron afectadas
Be the first to comment