Un video donde se ve cómo supuestamente en la Penitenciaría del Litoral ahorcan a un reo empezó a circular la tarde de este martes en redes sociales.
La cinta dura 26 segundos y en ella se ve a cinco sujetos sosteniendo a un hombre a quien estarían ahorcando con una pieza de tela.
La víctima está boca abajo, unos hombres aplastan su cabeza, mientras otros tiran de la tela que estaría alrededor del cuello.
El fallecido sería Luis Carlos Cabrera Romo, quien ingresó al pabellón A1 de la Penitenciaría el viernes 14 de febrero. El crimen habría ocurrido horas después.
Cabrera fue hallado por las autoridades supuestamente con una hoja de papel sobre la espalda que decía: “Me mato como un guerrero no como sapo Lagarto hasta el fin”.
La madre del fallecido se acercó al recinto carcelario poco antes de que el cadáver de Cabrera fuera descubierto, pues la mujer aseguró que había recibido una llamada telefónica en la que le indicaban que debía depositar 500 dólares en una cuenta bancaria para que su hijo no fuera agredido en la prisión.
Cabrera Romo estaba detenido por asesinato y esta semana había sido llamado a juicio.
La Policía investiga el hecho, pero casos de extorsión y asesinatos no son los únicos problemas en las cárceles del país que causan que los reos sean cambiados a otras prisiones.
El Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi sobrepasó su capacidad de alojamiento este lunes, cuando fueron trasladados 76 reos desde Babahoyo, sumando 2771 presos en total. Su límite es de 2716.
Con registro en mano, Diego Coba, jefe policial del CRS Turi, aseguró que los traslados son frecuentes, incluso el domingo 16 de febrero llegaron 14 reos desde la cárcel de Riobamba.
El 19 de noviembre del 2016 la cárcel de Turi abrió sus puertas con 690 internos que estaban en la cárcel antigua, pero cuatro años después se cuadriplicó la cifra de presos en ese centro regional.
Sin embargo, el gobernador del Azuay, Xavier Martínez, desmintió la sobrepoblación carcelaria y aseguró que habría espacio disponible para la llegada de 100 reos más.
Según él, la capacidad de controlar que no se llenen las camas de cemento en los diferentes pabellones es trasladando a gente de Azuay a otras provincias.
Martínez recordó, además, que un amotinamiento, ocurrido el año pasado, dejó importantes daños materiales en el policlínico y en las cámaras de seguridad, de las cuales se ha recuperado la mitad. Eran 120 y se han restituido 56.
En enero de este año el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), Edmundo Moncayo, reveló que el hacinamiento en las cárceles del país corresponde al 34 %. Se detalló también que el 40 % de la población carcelaria en Ecuador tiene prisión preventiva y al momento existe un hacinamiento de unos 10 000 reos.
En noviembre del 2019 el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) presentó un informe sobre hacinamiento y violencia en las cárceles. Ahí consta que el SNAI les reportó que existió una disminución del 2 % de la violencia en el interior de los Centros de Privación de Libertad. (Texto: El Universo)
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