No pasaron ni 24 horas desde que militares y policías intervinieron el distrito Nueva Prosperina, el más peligroso de Guayaquil, y se reportaron seis muertes violentas.
En la mañana del jueves, se encontraron sacos de yute que contenían restos humanos, y tras la llegada del personal de Criminalística se confirmó que pertenecían a los cuerpos de dos hombres asesinados.
A menos de dos kilómetros de distancia, se descubrieron las demás partes desmembradas de los cadáveres, junto con una nota en la que grupos criminales se atribuían el hecho.
El distrito de Nueva Prosperina, que incluye la populosa zona de Monte Sinaí, alberga a más de 360 mil personas y es el sector con mayor número de asesinatos en la urbe.
Tan solo la tarde de este miércoles, cuatro personas, incluyendo a una niña de 10 años que se convirtió en víctima colateral, fueron asesinadas en esta misma zona debido a los violentos enfrentamientos entre grupos delictivos.
En lo que va del año, la ciudad de Guayaquil, Durán y Samborondón, que conforman la zona 8 de la Policía, han registrado un total de 1.021 muertes violentas, 427 más que en el mismo período del año anterior.
La Policía ha establecido que las muertes están relacionadas con la guerra entre bandas que azota esta área del noroeste de Guayaquil, considerada la más violenta de la ciudad.
Este incremento alarmante de los índices de violencia ha llevado al Gobierno a intervenir en las zonas más peligrosas con la participación de militares.
Según el jefe del Grupo de Tarea, Amilcar Alvear, es necesario aumentar el número de uniformados para las intervenciones en el puerto principal.
Actualmente, hay mil efectivos desplegados y se espera que en dos semanas se incremente a 1.500 militares.
Además, se informó que antes de llegar a la ciudad, los uniformados están recibiendo entrenamiento en combate urbano, incluso aquellos militares que desempeñaban funciones administrativas en otros cuarteles.
La misión de las Fuerzas Armadas no se limitará únicamente a labores de patrullaje, sino que buscarán capturar a los cabecillas de las organizaciones narcocriminales.
Trabajarán en colaboración con la Policía, ya que según los informes, existen nueve grupos delictivos disputándose el control de la ciudad en lo que respecta a la comercialización de drogas y el tráfico de armas.
En medio de esta crisis de seguridad, a mediados de junio se espera la llegada de 2.000 policías adicionales para sumarse a las operaciones en Guayaquil, Durán y Samborondón.
La intención es fortalecer la presencia de las fuerzas del orden y tomar medidas contundentes para frenar la escalada de violencia.
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