El asesinato de una mujer extranjera dejó temor y dudas en los habitantes de la cooperativa El Pantanal, en el cantón Durán. Entre las inquietudes que los tienen pensando es que el crimen fue en un terreno baldío y el cadáver tenía maletas alrededor.
De acuerdo a información policial preliminar, el hecho fue aproximadamente a las 20:40 del martes 6 de diciembre. Precisamente, ciudadanos que habitan por la zona oyeron disparos y luego avisaron a la Policía. Después llegó un grupo de uniformados hacia aquel sector.
Los agentes, al arribar a la zona, vieron el cuerpo tirado y también observaron que tenía un impacto de bala en el rostro.
El cadáver quedó a un costado de una calle de tierra. Es un área sin asfaltar por la que se accede a esa cooperativa. Las primeras casas empiezan unos 25 metros más adelante, razón por la que en el punto se suele tirar basura y hay ciertos tramos en donde crece vegetación.
Los uniformados encontraron una vaina percutida, procedente de un arma de fuego, calibre nueve milímetros. Y, además, prendas de vestir de distinto tamaño y color, en las maletas que estaban en la escena del crimen.
La víctima fue identificada como Jeimy Tatiana Bustos Hoyos, de 22 años y nacionalidad colombiana, quien no registra detenciones.
Al momento, de acuerdo a los datos previos, no hay una hipótesis clara de por qué razón a la chica le quitaron al vida a tiros, ni características de los implicados en este suceso violento.
El cadáver presentaba dos heridas causadas por proyectiles, específicamente en la región occipital.
Un vecino de la cooperativa comentó que vieron circular una moto en el sitio, por lo que presumen que tal vez en ese pequeño vehículo pudieron haberse movilizado los atacantes.
Instantes después del crimen, los moradores salieron para ver a la muchacha, quien aún se encontraba con vida.
El vecino mencionó que ella aún respiraba, pero estaba malherida. A pesar de eso, continuó con vida por algo más de 20 minutos, hasta finalmente fallecer.
“Tenía tres maletas. ¿Cómo llegó ahí? Es lo que no sabemos”, dijo el hombre.
La víctima no habitaba en esa zona. Otro detalle que los residentes no se explican, es qué hacía a esa hora de la noche, en una zona que no cuenta con mucha iluminación y con maletas llenas de ropa.
De lo que recuerdan los vecinos, la colombiana vestía una licra negra y una blusa del mismo color. Su cuerpo fue retirado del lugar ante el asombro de los ciudadanos. Este miércoles por la mañana aún podía notarse el rastro de su cuerpo sobre la tierra.
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