Conmovedor llanto en vivo de periodista ecuatoriano al hablar del coronavirus

Ecuador, después de Brasil, es el segundo país más afectado de América Latina por la pandemia del coronavirus. Según cifras oficiales, en el país vecino han aumentado de manera desmedida los casos de contagio, los cuales ya van por las 2.748 personas. El número de muertos también se ha elevado a 93.

De igual manera, el coronavirus en ese país también ha generado una grave crisis sanitaria, pues los principales centros de salud e incluso las funerarias han comenzado a colapsar. El diario ecuatoriano El Universo dio a conocer que la mayoría de los cuerpos de los fallecidos por la pandemia llevan varios días acumulados y se encuentran en estado de descomposición. En medio del dolor y la incertidumbre, cientos de familias esperan que Medicina Legal los ayude a retirar los cadáveres.

En medio de esta situación, el periodista ecuatoriano Carlos Julio Gurumendi, de la cadena de televisión RTS, conmovió a los televidentes luego de que rompiera en llanto en un reporte en vivo desde la Parroquia de Chongón, en la ciudad de Guayaquil, una de las más afectadas.

Cuando le dieron paso a Gurumendi para dar su reporte, el periodista comenzó a llorar mientras sonaban las campanas de la iglesia. «Con el repique de las campanas ha iniciado en todas las iglesias católicas el pedido a Dios para que nos cubra con su manto…», alcanzó a decir el comunicador. Sin embargo, le fue difícil dejar de llorar y pidió perdón a la audiencia.

«Con el repique de las campanas de la iglesia católica se pide quedarse en casa por los suyos, por sus familiares. Mil disculpas», retomó el periodista, pero volvió a caer en llanto. Este momento quedó registrado en un video que se viralizó en redes sociales, donde se muestra el dolor que ha causado el coronavirus en diversos territorios del mundo.

El ministro de Salud de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, informó que 58 pacientes infectados por el covid-19 han recibido atención oportuna en los hospitales y que esto hace que comience a haber «un sentido de optimismo y de esperanza».