El bosque seco singular en la parroquia Membrillal de Jipijapa

Los amplios paisajes en el centro sur de Manabí, en particular en la localidad de Membrillal, cantón Jipijapa, ofrecen un espectáculo único que en conjunto con la luz del sol, maravillan ojos ajenos a esta hermosa tierra.

Andes visitó esta zona del llamado país de los ‘Cuatro Mundos’  donde hay un bosque seco singular.

Con un cielo despejado y una agradable sensación cálida seca, recibe Membrillal al visitante de esta parroquia, donde sus habitantes han tenido que aprender a convivir con su cambiante clima.

El hábitat de este sitio cuenta con especies endémicas poco maderables, sin embargo, la tala indiscriminada ha ido mermando estas especies en la zona.

A pesar de largas temporadas de sequías, la vida encuentra la manera de florecer en este lugar.

Las llamadas “amarillitas”, como conocen a ésta flor en la localidad, es una de las plantas que se ha extendido por la mayoría de este paisaje.

La Parroquia Membrillal fue creada el 31 de julio 1986, cuenta con una superficie de 16,792.3 hectáreas, en donde se ubican dos sitios y cuatro comunidades, más la cabecera parroquial.

Membrillal cuenta con un clima tropical seco, sabana de costa, donde se suceden dos estaciones: invierno con una temperatura que oscila entre los 23,5°, y el verano, hasta un promedio de 20°.

La temperatura media anual en el territorio parroquial es de aproximadamente 21,7°, el promedio anual de precipitaciones de 250 mm a 500mm zona sub húmeda.

En el campo, por mucho tiempo sus pobladores sembraron e hicieron potreros, maíz, maní, frejol, yuca, frutales. Sus utensilios más comunes eran de madera, barro, mate y piedra, pero ahora se ha optado por proyectos de cosecha de agua para sostener al menos la alimentación básica familiar, junto con la crianza de chivos.