La generación fotovoltaica registra un gran impulso en Ecuador

Solo el uno por ciento de la energía que se produce en el Ecuador proviene de fuentes no convencionales como el calor, el vapor, el viento y los residuos orgánicos, pues, la fuente principal es el agua a través de las diversas centrales hidroeléctricas que existen en el territorio nacional.

Sin embargo, el país tiene un gran potencial para el desarrollo de proyectos de energía renovable, debido a sus condiciones climáticas y geográficas. Esto ha generado el interés de compañías internacionales vinculadas a esta actividad.

Una de ellas es la firma española Solarpackteam, que en diciembre pasado, se adjudicó la construcción del proyecto fotovoltaico (de paneles solares) El Aromo, en la provincia de Manabí.

La obra se ejecutará en un terreno de 290 hectáreas, contiguos a la fallida refinería del Pacífico. La inversión prevista es de 145 millones de dólares para levantar unas instalaciones que tendrán una potencia instalada de 200 megavatios (Mw).

El Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables resalta que la concesión a la empresa española es por 20 años.

Un interés similar ha generado otro proyecto fotovoltaico. Se trata de Conolophus, que recientemente fue adjudicado.

El recurso solar para generación de energía puede ser usado a nivel doméstico para calentar el agua para lavaderos y duchas, así como en gran escala en industrias, plantas procesadoras y empresas en general, en donde esta fuente alterna de energía alcanza los 160 grados.

Los beneficios van desde una prolongada vida útil del sistema, bajos costos de mantenimiento, rapidez en la implementación, la cual está calculada entre 2 y 6 meses, dependiendo del tamaño; rápida recuperación de la inversión y aportar con el medio ambiente.

Por todas estas ventajas, más empresas están direccionando su interés a este tipo de electricidad. Un ejemplo de ello es la Finca Orgánica Don Polo, ubicada en Chanduy, provincia de Santa Elena, donde se implementará el mayor proyecto fotovoltaico en el sector agrícola del país.

Se instalarán 900 paneles solares que generarán 413.400 vatios de energía, y se prevé que estarán listos a finales del presente año.

“Esperamos con esta inversión tener un ahorro en el consumo de luz de entre un 50 y 60 por ciento de nuestra planilla. Mientras que el beneficio ambiental es significativo ya que estamos reduciendo la emisión de carbono”, asegura Ricardo Umpiérrez, propietario de la finca bananera.

La obra no solo es parte de la filosofía de innovación, sino que existe el convencimiento de que este tipo de tecnología es el camino para lograr proyectos sostenibles a largo plazo.

Por ello, Umpiérrez resalta que desde ya están trabajando para ser una finca carbono neutro en el mediano plazo. “Nuestro objetivo es llegar a tener una finca orgánica altamente productiva con tecnología de punta que nos permita ofrecer nuestro banano orgánico a los mercados más exigentes”, indica. (Vistazo)