En Picoazá, quienes han conformado gabinetes de fiestas de los santos Pedro y Pablo se reúnen con técnicos de la coordinación zonal 4 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). Ahí les cuentan por qué forman parte de estas fiestas tradicionales, que llevan celebrándose más de 90 años en esta parroquia portovejense, según registros de pobladores.
Fabián Bedón, técnico del INPC, dialogó con Ana Proaño. En medio de fotografías que los participantes de esta fiesta en Picoazá han realizado en las últimas décadas, la mujer le contestó que fue parte de esta actividad en agradecimiento a un favor recibido cuando padecía de una enfermedad.
“Y debía cumplir una manda a favor de los santitos porque me tienen con salud y vida”, dijo Proaño, quien resaltó que en los años 2017 y 2019 fue presidenta del Gabinete de Negros.
La recopilación de datos, motivos y hechos curiosos forman parte de una labor que comenzó el INPC para promover la ampliación de la inclusión de estas festividades en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador como tiene la parroquia Machalilla, en Puerto López.
Las celebraciones que se incluirán en esta extensión, según Bedón, serán las más representativas y en su mayoría están ligadas a la actividad marítima. Por ello, además de Picoazá, se buscan relatos e historias en otras poblaciones costeras de Portoviejo, como Los Ranchos y Los Arenales de la parroquia Crucita, al igual que la de la parroquia San Pablo.
También se ahondará en las fiestas del cantón Jaramijó. Aquí como preámbulo a los actos religiosos por Pedro y Pablo se da el festival de la chicha.
“En Picoazá se realizó un trabajo de campo en el momento de la fiesta. Ahora toca el trabajo de escritorio, para nosotros considerar los datos y llenar las fichas respectivas del inventario de esta parroquia”, expuso Bedón.
De ahí, este inventario (que tiene reseñas, historias, relatos y anécdotas) será enviado al Ministerio de Cultura y Patrimonio y al INPC en Quito, entidades que avalarán el proceso para extender la declaratoria de las fiestas de los santos Pedro y Pablo como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Alfonso Suárez, historiador oriundo de Picoazá, contó que la fiesta surgió luego de que habitantes de esta localidad fueran a Montecristi a vender verduras. “De acuerdo con relatos como los de Fernando Zevallos Marzumillaga, las fiestas de Pedro y Pablo se iniciaron en Montecristi hace más de 130 años y seguramente alguien de aquí, de Picoazá, conoció todos los entretelones y trajo la fiesta”, refirió el hombre.
El análisis tomará este año y el 2020. Esta manifestación religiosa se efectúa en al menos 92 lugares de Manabí.
Diferentes manifestaciones religiosas y culturales, que tienen más de 60 años de historia, por los santos apóstoles Pedro y Pablo, se hacen cada año en al menos 92 lugares de Manabí. Ahí destacan las tradiciones.
Unos festejos se han dado sin permisos de autoridades, pues aún hay fallas en temas de seguridad, se dijo. (Neptalí Palma/El Universo)
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