El legendario exfutbolista brasileño Edson Arantes do Nascimento, Pelé, recibió hoy en Sao Paulo el premio «Ciudadano Global 2018» en el Foro Económico Mundial para Latinoamérica por su «modelo de juego justo» y «gran personalidad pública».
Pelé representa el «espíritu» de esa «competencia colaborativa», que es «lo que necesitamos en nuestro mundo», por eso «tengo el honor de reconocer sus logros extraordinarios como ciudadano global del mundo», afirmó el presidente del Foro Económico mundial, Klaus Schwab.
El triple campeón del mundo con la Canarinha, la selección brasileña, considerado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, recibió el galardón en la primera sesión plenaria del Foro Económico Mundial para Latinoamérica, que se celebra hasta este jueves en Sao Paulo.
«Es una gran responsabilidad, pero también una gran oportunidad este momento de hoy. Agradecer a Dios por hacer que esto haya sido posible. Es muy importante este momento para mí», afirmó el exfutbolista.
Pelé recordó que cuando anotó su gol número 1.000 pidió que la sociedad pensara en unos niños que hoy son adultos y aprovechó el foro para reclamar que «Brasil tiene que dar atención a la escolaridad».
El exjugador estuvo acompañado durante el acto por el presidente de Brasil, Michel Temer; el canciller brasileño, Aloysio Nunes; el gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin; y el alcalde de Sao Paulo, Joao Doria.
«Este premio es oportuno porque 60 años atrás, en Suecia (1958), con apenas 17 años, ganó la Copa del Mundo y por su rol mundial como miembro del Comité Olímpico y miembro de Unicef. No solo es el honor de sus logros, sino emplearlos como un mensaje para el mundo», remarcó Schwab.
Pelé recordó que cuando fue convocado para el Mundial de Suecia «nadie conocía Brasil» hasta el punto de que «muchos periodistas» le «dejaban nervioso porque decían que la capital de Brasil era Buenos Aires».
«Por eso que estoy feliz de decir alguna cosa, estamos hablando del futuro de nuestro Brasil. Hoy después de todo ese tiempo, Brasil se convirtió en uno de países más conocidos por el fútbol», expresó.
El mítico exdelantero ganaría cuatro años después el Mundial de Chile (1962) y finalmente el de México (1970).
El presidente de Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) subrayó que lo que se necesita «hoy más que nunca es un juego justo».
«El fútbol es competitivo, pero es un deporte que tiene un ritmo justo, y eso es lo que necesitamos en un mundo que camina tan rápido, tener justicia en un mundo tan rápido», añadió. EFE
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