El decreto presidencial 111 del presidente Daniel Noboa ha generado una reacción internacional y un cambio dentro de las redes criminales del narcotráfico y la delincuencia organizada transnacional, que no sólo tendrá repercusiones a lo interno de Ecuador, sino que además implicará cambios en la región.
Ecuador se encuentra enclavado en el centro de cuatro naciones (Colombia, Perú, Bolivia y Venezuela) que tradicionalmente han sido consideradas productoras o puertas de salida de la droga al mercado de Estados Unidos y de Europa.
Aunque para muchos pueda parecer desmesurado, existe una importante relación entre el crecimiento de las tasas de homicidio en el Ecuador con las rutas de la droga.
Según las estimaciones de octubre del 2023 de Insightcrime.org, un portal especializado en el seguimiento del crimen transnacional, las provincias ecuatorianas con mayor tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes serían: Esmeraldas, con 81; Guayas, con 46,3; Los Ríos, 45,1; El Oro, 40,9; y, Manabí, con 33,4.
Precisamente, estas zonas son donde se registran mayor número de decomisos de drogas.
Apoyo al combate al narcotráfico
La decisión presidencial de declarar el “combate interno” para luchar contra grupos criminales que han adoptado técnicas terroristas, sería un paso en el camino correcto para poner fin a la delincuencia organizada, pero también generará una reacción de los grupos delincuenciales que venía trabajando en el país con poca oposición por parte de las autoridades.
Y no es de extrañar que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido enviar funcionarios a Ecuador para brindar apoyo de alto nivel en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, pues esta será una nueva oportunidad para poner mayor presión y control a estos grupos.
El exministro de Gobierno, Henry Cucalón, apuntó que el escalamiento de las acciones del narcoterrorismo llevaron al gobierno de Daniel Noboa a elevar la situación a un “conflicto interno”.
Para Cucalón, “es el agravamiento de la situación producto de la penetración del narcotráfico y de los carteles, a niveles muchísimo más altos de lo que ya se ha vivido”.
El exministro recalcó que la situación generada en el país no es inédita, recordando que “cada vez que el Estado ha ejercido su poder en contra de estos grupos terroristas, se ha generado una reacción violenta”.
Indicó que la reacción observada la semana pasada fue producto de la planificación para el traslado de los cabecillas de las bandas privados de libertad a cárceles de máxima seguridad.
Destacó que la declaratoria de “conflicto interno” permitirá cambiar las reglas: “Se ponen más agresivas las reglas del juego para la participación de Fuerzas Armadas, con la categorización como bandas terroristas de estos criminales y la autorización para uso letal de la fuerza en contra del enemigo”.
Henry Cucalón fue tajante al señalar que “es una medida que debe ser respaldada”, afirmando que “es una medida que es correcta, en este momento de oportunidad”, cuando ya existían los antecedentes al respecto.
Precisó que la acción gubernamental provocará reacciones de todo tipo, “de estas bandas terroristas, así como también, alrededor de nuestros vecinos por el repliegue o no que pudieran tener estas bandas terroristas cuando sean enfrentadas por las Fuerzas Armadas”.
Indicó que en la medida que se generen detenciones de cabecillas de los grupos terroristas, se permitirá que la población retorne a la normalidad, aunque advirtió que “esto va a dar un poco de tranquilidad y normalidad, porque el enfrentamiento va a durar”, ya que “no es un tema simple, es un tema sumamente complejo, no es inmediatista”.
Cucalón celebró la madurez exhibida por la clase política del Ecuador en este momento, resaltando que “hay un enorme apoyo, más allá de los errores”.
“Esto no es de una persona, es el país, por lo que debe haber una sola posición, que es la que representa al Gobierno y las Fuerzas Armadas y que merece ser apoyada”, dijo.
Desde el derecho internacional
El general (sp) y héroe del Cenepa, Paco Moncayo, indicó que debe entenderse que estas son acciones que están reguladas desde el derecho internacional, detallando que “estamos obligados por el derecho internacional público a cumplir normas que son de universal aplicación”.
Recordó que La Haya ha regulado tanto los conflictos bélicos internacionales (CAI) y los conflictos armados no internacionales (CANI). Apuntó que anteriormente al hablar de un conflicto interno se hacía referencia a las guerras civiles, pero conforme a la evolución de las nuevas formas de delitos se considera ahora a los grupos que ponen en riesgo la estabilidad de una nación.
“Entonces, ya se está aplicando esta normativa sobre los conflictos armados no extranjeros, a grupos que amenazan con fuerza a la estabilidad y el desarrollo. Esta amenaza se orienta a la propia estructura del Estado, a su soberanía integral. Por lo tanto, al declararse que estamos en una situación de conflicto armado interno, las fuerzas armadas asumen su posición de defensa de la soberanía”, explicó.
Moncayo recalcó que los efectivos militares ante la situación de conflicto armado interno deberán seguir las reglas del derecho internacional, al igual que los efectivos de la Policía Nacional, es decir, “las reglas sobre el uso progresivo de la fuerza, pero en este caso se trata de reglas de enfrentamiento”.
Más inteligencia
Por su parte, el general Wagner Bravo, ex secretario nacional de Seguridad Ciudadana, indicó a LA HORA que la declaratoria de “combate interno” forma parte del trabajo de inteligencia que se ha venido desarrollando desde el gobierno del expresidente Guillermo Lasso.
“Lasso decretó que en el Ecuador había acciones terroristas. No podíamos identificar exactamente quiénes eran, pero después de aproximadamente ocho meses, ya la inteligencia con un trabajo concienzudo ha identificado cuáles son estos grupos terroristas”, señaló.
Bravo destacó que la importancia del decreto presidencial 111 radica en la misión que desarrolla para los cuerpos de seguridad y para las Fuerzas Armadas.
“Ya tenemos un beligerante, tenemos las misiones y los planes de operaciones de las Fuerzas Armadas, pero había que poner un objetivo, y es por eso que se dice que es un objetivo militar”, puntualizó.
El exsecretario de Seguridad Ciudadana indicó que los efectivos de las FF.AA. ahora podrán ir contra los narcoterroristas. “Vamos a identificarlos, localizarlos, capturarlos y neutralizarlos de ser necesario. Depende del accionar de ellos”. (ILS)