Los menores estaban encerrados en la habitación cuando se produjo un incendio en la cocina y se propagó por todo el lugar la noche del martes 10 de septiembre del 2019.
Los bomberos tardaron 45 minutos en apagar las llamas que se registraron en el tercer piso de un edificio. Dennis Villalva, agente de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased), dijo que los niños perecieron por quemaduras y la inhalación del humo.
Los uniformados trasladaron los dos cuerpos al Centro Forense, ubicado en el norte de la ciudad. A pocos metros, la madre y familiares lloraban desconsolados por la muerte de los pequeños. “Paúl y Anahí”, “por qué Dios mío por qué”, “No papito no” fueron algunos de los lamentos de la progenitora que era consolada por vecinas, familiares y comerciantes del sector.
Las personas sostenían a la mujer para evitar que atentara contra su vida o intentara ingresar al departamento donde estaban los cadáveres. Los paramédicos del Ministerio de Salud Pública (MSP) atendieron a la madre, que se desmayó por la pérdida de sus hijos. La madre, de 30 años, trabajaba en la venta de alimentos preparados en un pequeño carro, con el que recorría los alrededores de la plaza Colón y Primero de Mayo. Mientras, el padre laboraba como albañil y cargador en estos centros de expendio. Los niños, de 5 y 8 años, estudiaban en una institución cercana a su vivienda. (EL COMERCIO)