José Agustín Molina Laz cayó sin vida junto a la tumba de su padre luego de ser víctima de sicariato en un cementerio.
El crimen se registró aproximadamente a las 15h40 de ayer en el cementerio de la parroquia Picoazá en Portoviejo.
Según testigos, Molina de 24 años, llegó a bordo de una tricimoto en la que laboraba haciendo fletes de carga y la estacionó en una de las calles de ingreso del cementerio.
El ahora occiso, tenía por costumbre visitar la tumba de su padre Juan Enrique Molina Palma, quien falleció en noviembre del 2022, atropellado por un vehículo en el redondel de Los Santos, paso lateral Manabí Guillém, en Portoviejo.
Mientras Molina limpiaba la tumba de su padre, sigilosamente ingresaron dos hombres caminando y se acercaron a él.
Sin darle tiempo a reaccionar, le dispararon en varias ocasiones, esto según la versión de testigos que no quisieron identificarse por temor a represalias.
Los disparos alertaron a algunos vecinos quienes al asomarse vieron salir corriendo a dos hombres hasta donde se encontraba un vehículo en el que se marcharon.
En el intento por salvarle la vida a Molina, los vecinos lo subieron en su propia tricimoto y lo llevaron hasta el hospital del IESS.
Ahí solo se pudo comprobar su muerte.