Luigi García, asambleísta alterno de FE, teme por su vida. Por eso fue este martes a la Fiscalía a pedir que se lo incorpore en el programa de Protección de Víctimas y a presentar una denuncia por la existencia de un supuesto plan para asesinarlo del que responsabiliza al legislador de PAIS José Serrano. Asegura que en Manta se habría contratado un sicario para asesinarlo.
En un escrito de cuatro páginas, García relata a la fiscal general que en mayo de 2017 el exasambleísta Abdalá Bucaram le presentó a Serrano en una habitación de un hotel de Quito. Ese día —afirma— Serrano le dijo que “conocía al señor Édison Whashington Prado Álava (alias Gerald o el Pablo Escobar ecuatoriano) uno de los narcotraficantes más buscados del Ecuador e Interpol”.
Explica que Gerald se encontraba detenido en Bogotá, Colombia, y en proceso de extradición hacia Estados Unidos. Prado, de 37 años, fue apresado en abril de 2017, en Ipiales. La madrugada del 24 de febrero de 2018, fue extraditado a Estados Unidos en medio de estrictas medidas de seguridad.
Fue acusado de enviar más de 250 toneladas de droga entre 2016 y 2017 por la ruta del Pacífico. En diciembre de 2018 fue sentenciado a 19 años y medio de prisión en Estados Unidos, en donde se sometió a un acuerdo de cooperación eficaz.
En el texto, el abogado García destaca que en la reunión de mayo de 2017 Serrano se comunicó por teléfono con alias Gerald, quien en ese momento se encontraba detenido en Colombia y “José Serrano me solicitó que mi estudio jurídico represente como abogado a Washington Álava, su cónyuge Julia Mero, a la candidata a asambleísta por Manabí de FE Olga Machuca y demás procesados”.
Dice que aceptó defender a Gerald; pero por diferencias en la conducción de la defensa técnica fueron relevados a los tres meses de haber aceptado el caso.
Continúa su denuncia afirmando que en marzo de este año recibió una llamada de Serrano cuestionándole por haber hecho comentarios sobre la reunión de mayo de 2017. La llamada denuncia que concluyó con un “no sabes con quién te metes”.
Según García, el 9 de agosto fue informado en Manta —por personas vinculadas al crimen organizado— que Gerald estaba ofertando “que me asesinen ya que era la condición que le había impuesto José Serrano para poderlo ayudar a recuperar su libertad en Estados Unidos”. Responsabilizó a Serrano de lo que pueda ocurrir con él o su familia.
EXPRESO consultó al asambleísta Serrano por los señalamientos. Él respondió: “que la Justicia haga su trabajo. Los narcotraficantes y sus abogados no me van amedrentar”. (Expreso)