Los gritos ensordecedores de un hombre se ‘clavaron’ en la memoria de María, moradora de la calle Nariz del Diablo, en La Ferroviaria Media, sur de Quito. Ayer, la habitante recordó el triste momento en el que su vecino corría desesperado en busca de ayuda para su esposa y sus dos hijas, quienes yacían sin vida dentro del departamento que arrendaban en esa zona.
En conversación con EXTRA, la habitante explicó que la dramática escena inició a las 16:00 de este 5 de febrero. “Yo estaba en mi casa y de pronto se oyeron esos gritos. Cuando salí a ver, ese señor corrió hasta la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) que está más abajo, pero como no hay nadie ahí, nadie lo socorrió”.
Al principio, María, al igual que el resto del vecindario en La Ferroviaria, no sabía lo que pasaba hasta que poco a poco la gente empezó a aglomerarse afuera del domicilio donde residía ese hombre y su familia. “Ahí supimos que la señora y las dos niñitas habían estado muertas”.
Juan, otro morador que decidió ocultar su identidad, detalló que el hallazgo lo había hecho el mismo hombre que corría por las calles de La Ferro. “Había llegado del trabajo y las encontró de ese modo. Lo que se hizo fue llamar al 911 para que mandaran ayuda”.
Socorristas del Cuerpo de Bomberos de Quito recibieron la alerta y se envió equipo a auxiliar a las víctimas: la madre, de 29 años, una niña de 9 y la otra de apenas 4.
“Yo vi que llegaron tres carros de los bomberos y se estacionaron afuera de la vivienda. Pero como no se pudo hacer nada, luego llegaron los agentes de la Policía”, narró Juan señalando el inmueble de cuatro pisos que está en la calle Nariz del Diablo.
La madre dejó una carta previo a las muertes en La Ferroviaria
La situación se tornó más tensa cuando los agentes de Criminalística y la Dinased arribaron al lugar e ingresaron al domicilio. Subieron unas escaleras amarillas para entrar al dormitorio donde yacían los cadáveres.
Una fuente consultada por este Diario detalló que la forma en la que murieron las dos menores de edad fue por sumersión. Es decir, ambas fueron ahogadas en un balde con agua y se presumía que fue la madre quien las mató (ver infografía).
La indagación para esclarecer el hecho se prolongó hasta las 19:00 del miércoles. Entre las pruebas encontradas en la escena de la triple muerte estaba una carta escrita por la madre de las pequeñas.
Al parecer, la causa que la empujó a cometer este doble asesinato y suicidio fueron los presuntos maltratos cometidos hacia la familia por parte del padre de las infantes.
Extraoficialmente, se conoció que en la misiva, la mujer explica que no quería dejar a las niñas en manos del sujeto. Por eso decidió irse con ellas hasta la eternidad.