Sigue en caída el ingreso medio del trabajador ecuatoriano desde el 2014

Las recientes cifras sobre la evolución del mercado laboral, con corte a septiembre de 2020, confirman el constante deterioro que se viene experimentando desde 2014. Cada vez existen más personas que sobreviven en la informalidad; pero, además, las condiciones de los formales tampoco han evolucionado.

Una de las características de esta situación es la reducción del 45% en el ingreso medio; esto es el resultado de promediar el salario del empleo adecuado, subempleo y otras categorías de la ocupación informal.

Hace siete años, el promedio llegaba a $371,97 mensuales; pero hasta septiembre del año pasado se ubicó en $347,7. La irrupción de la pandemia por la Covid-19, con su cuarentena y paralización de actividades, profundizó esa tendencia decreciente y, en junio 2020, el ingreso se desplomó a $180.

Razones

Andrés Isch, ministro de trabajo, explicó que, además del aumento de desempleo y la precarización laboral, esa caída fue el resultado de que muchas personas, incluso dentro del sector formal, comenzaron a ganar menos del Salario Básico Unificado (SBU) y a trabajar menos de 40 horas a la semana.

Con la apertura gradual de la economía, y mayores niveles de actividad y producción, el ingreso medio subió a $310 mensuales hasta el 30 de septiembre, de acuerdo con la última Encuesta Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Menos poder adquisitivo

Andrea Domínguez, economista y experta en desarrollo, comentó que se debe desmontar el crículo vicioso que, como dijo el ministro Isch, genera barreras para la formalización del trabajo, lo que a su vez provoca una baja productividad y decrecientes ingresos para el ecuatoriano medio.

“Como sociedad no nos podemos poner de acuerdo para crear mejores condiciones de contratación y para hacer empresa. Por eso, las dos terceras partes de la economía son informales. Un subempleado, en promedio, gana menos de $250 al mes”, acotó.

Además, tanto la política de salarios como las leyes siguen siendo pensadas para una minoría que tiene un trabajo adecuado; pero, ni siquiera en esos casos, se toman medidas efectivas para que ese sector mejore a lo largo del tiempo. “Los negocios que buscan hacer todo en regla se ven agobiados por un sinnúmero de trámites, trabas, requisitos y con el cambio continuo de reglas del juego. El resultado final es que un porcentaje cada vez menor puede ofrecer buenos sueldos en el sector formal”, aseveró Domínguez.

Desde 2014, la Canasta Familiar Básica ha crecido un 15%; mientras el ingreso medio ha bajado más del 16%. En ese mismo período, la Canasta Familiar Vital ha estado $144 por encima de ese ingreso. (La Hora)