Cuando comienza la tercera semana sin ingesta de alimentos, Glas ya debió ser tratado por un médico, quien le suministró un suero ante episodios de calambres y mareos.
Su esposa, madre, excompañeros en el gobierno del expresidente Rafael Correa, gente de pueblo y personalidades se han sumado a las muestras de apoyo y preocupación por la salud del exsegundo dignatario, quien asegura ser víctima de persecución política e inocente del cargo de asociación ilícita por el cual fue condenado a seis años de cárcel en diciembre último.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, forma parte de la larga lista de personalidades a cuyo juicio, los derechos de Glas están siendo vulnerados.
En su cuenta en Twitter el jefe de Estado hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para preservar la vida del exvicegobernante.
Anne-Dominique Correa, hija del expresidente Rafael Correa, también se unió al pedido colectivo.
‘Únanse a la ola de solidaridad que invade las redes sociales para apoyar a @JorgeGlas. No estás solo. Todos suban su foto con el hashtag #ResisteGlas’, escribió en su cuenta en twitter y su mensaje ha sido replicado por casi dos mil personas.
El gobernador de Junín, en la República de Perú, Vladimir Cerrón, también alzó la voz por Glas, quien según aclaró, lucha por la verdad y su libertad, mientras su salud se ha deteriorado en las últimas horas.
‘Pido al pueblo y gobierno de Ecuador, que no sean indiferentes frente a este acto criminal (…) El mundo tiene puesto los ojos, en este momento, en las decisiones que va a tomar el presidente, Lenín Moreno, respecto a este delicado caso’, sentenció en un video difundido en la red social.
Glas fue vinculado a la pesquisa por corrupción de la empresa brasileña Odrebrecht y aunque, de acuerdo con sus abogados, no se pudo comprobar el delito de asociación ilícita por el cual lo procesaron, fue condenado a seis años de prisión, pena que cumplía desde la cárcel 4 de Quito, en medio de procesos de apelaciones y ahora en espera de fecha para el recurso de casación.
El 2 de octubre pasado se cumplió un año de su encierro y 20 días más tarde, fue transferido a la prisión de Latacunga, como medida de las autoridades ante la fuga del exsecretario de Comunicación Fernando Alvarado, quien se deshizo del grillete electrónico que usaba mientras era investigado y abandonó el país, según sus propias declaraciones.
Desde entonces, cada día las redes sociales se llenan de mensajes a favor de Glas, con demandas al ejecutivo y pedidos a la Comunidad Internacional, para que interceda en un caso, considerado por muchos como persecución política. (Prensa Latina)