Durante los últimos diez años se han monitoreado 2.670 nidos de tortugas en las diez playas del área protegida y zona de influencia del Refugio de Vida Silvestre y Marino Costera Pacoche, en la jurisdicción del cantón Manta, provincia de Manabí.
La tortuga predominante ha sido de golfina con 2.597 registros de nidos, la verde con 71 y la laúd con tres. Estos últimos no desovaron, indicó Iliana Solórzano, administradora de este refugio silvestre.
Ese seguimiento ha permitido conocer que las playas con mayores registros de anidación son la de San Lorenzo con 1.380, cifra que representa el 51,7 % de total, y La Botada con 1.048, equivalente al 39,3 %. Ambos balnearios pertenecen a la parroquia San Lorenzo del cantón Manta, y con apenas 3 kilómetros de longitud son los balnearios con mayor número de nidadas de tortugas golfinas en Ecuador, según Solórzano. El resto han sido reportados en Liguiqui, Santa Marianita, El Murciélago, entre otras.
“Es importante defender estas áreas de conservación y lograr que estas especies lleguen a una playa segura para que desoven y luego inicien su recorrido migratorio a otras playas”, declaró Solórzano.
En esta área se proyecta mejorar y mantener los monitoreos, teniendo en cuenta que ya algunas tortugas laúdes han llegado no solo a estas playas de la zona rural mantense, sino a otras costas manabitas a poner los huevos (desovar).
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta es una especie en peligro crítico de extinción y tiene una posibilidad extremadamente alta de desaparecer en estado salvaje.
Según el portal de la organización ambientalista española Ecología Verde, la principal causa de la gran disminución de la población de esta tortuga es principalmente originada por el ser humano, puesto que en algunas partes recogen sus huevos o las cazan para obtener su carne.
El trabajo de protección para las tortugas marinas se extiende en las reservas protegidas de Pacoche, Isla Corazón y el Parque Nacional Machalilla, señaló Juan Carlos Martínez, director del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica en Manabí.
“Las mayores amenazas contra las tortugas son las antrópicas, se ha podido controlar a las personas que no utilicen zonas con nidos, y que no ingresen con carros o motos”, expresó Martínez, quien dijo que mantiene diálogos con representantes de organizaciones ambientalistas que, por ejemplo, en la zona norte trabajan con la comunidad para cuidar los nidos de tortugas como la laúd.
Según Solórzano, las acciones de este proyecto han garantizado que aproximadamente 180.000 neonatos de tortugas marinas inicien su recorrido hacia el mar, contribuyendo así con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, con los Acuerdos y Tratados de Conservación Internacionales y con el Plan Nacional de Conservación de Tortugas Marinas 2020 – 2030.