Al menos 832 personas han muerto y cientos han resultado heridas en la ciudad indonesia de Palu tras el tsunami provocado por un fuerte terremoto de 7,5 de magnitud en la escala Richter que se produjo el viernes, según datos de la la agencia de respuesta frente a emergencias (BNPB).
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, ha señalado en una rueda de prensa en Yakarta que 821 personas han muerto en Palu y las restantes 11 den la regencia de Donggala.
Sutopo ha explicado que, aunque continúan cortadas las comunicaciones con Donggala, han podido recibir informes sobre estas muertes.
Las ciudades de Palu y Donggala son las más afectadaspor este seísmo que supera en magnitud a la cadena de temblores que causó más de 500 muertos en agosto en la isla de Lombok. Las comunicaciones y la red eléctricas continúan sin ser restablecidas por los destrozos que ha provocado el tsunami.
El seísmo, de magnitud 7,5, se produjo a las 18:00 (hora local) y ha afectado al centro de la isla de Célebes (centro de Indonesia). El hipocentro se situó a 10 kilómetros de profundidad y su epicentro, a 56 kilómetros al norte de Donggala, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Tras el anuncio del seísmo, la agencia de gestión de catástrofes avisó de que se avecinaba un tsunami, pero siete minutos después retiró la advertencia. Sin embargo, según se pudo apreciar en las imágenes grabadas desde la planta superior de un aparcamiento una gran ola sumergió varios edificios y anegó una mezquita en Palu, ciudad de 350.000 habitantes.
Los terremotos no han dejado de registrarse desde entonces en la región y mantienen en tensión a los habitantes.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha iniciado este domingo una visita a las zonas más afectadas para ver la tragedia en persona y garantizar que la ayuda llega a todos.
Los problemas más acuciantes son rescatar a las personas atrapadas en los edificios derruidos, como ocurre con el Hotel Roa Roa de Palu; encontrar a los desaparecidos, asistir a los damnificados y restablecer los servicios básicos y las comunicaciones.