El ministro de Educación, Fander Falconí, elevó a 919 las denuncias de delitos sexuales a escolares desde el año 2014. De esta cifra, el 67 por ciento ocurrió dentro de los centros educativos, se indicó.
“Estamos hablando de un problema realmente grave. Particularmente el año 2017 le desnudó (sic) a la sociedad ecuatoriana y a un conjunto de sociedades respecto a la necesidad de tomar cartas en el asunto y generar políticas estructurales para resolver el problema”, declaró el responsable educativo en una entrevista con Efe.
Precisó que en un 33 por ciento de los casos denunciados las agresiones se produjeron fuera de las unidades escolares, es decir, por pares estudiantiles, familiares cercanos al niño o personal educativo fuera de su ámbito de trabajo.
Muchos de los casos, denuncia, fueron represados en el sistema educativo, y para tal fin, su cartera ha recurrido en cuatro ocasiones a la Fiscalía General del Estado (FGE) para trasladarle 181 expedientes administrativos que involucran a docentes cuyos casos fueron archivados entre el 2014 y el 2017 por negligencia u omisión.
Reveló que se suman otros 75 archivos que se resolvieron con sanciones parciales a los docentes, como la suspensión temporal de sus funciones para regresar 90 días después, por ejemplo.
Todos estos sumarios han llevado a Educación a solicitar un recurso de revisión y crear un equipo jurídico ad hoc que analizará cada caso de forma exhaustiva y dispone de 60 días desde la semana pasada para presentarlo ante la justicia. (El Diario)