Diario La Hora.- “La única restricción para ir a la biblioteca es que puedas irte, cuando quieras irte” dice Rut Román, miembro del el proyecto ‘Bosque Mar’ de la Fundación ‘A Mano Manaba’, que tras el terremoto de 2016 construyó una biblioteca en el recinto Don Juan, de Manabí.
El 18 de diciembre de 2023, el proyecto ganó el primer lugar del concurso +Educa2, Iniciativas Ciudadanas por la Educación, de Unicef.
“Felicito a los finalistas de esta edición del concurso de Edupasión que presentaron proyectos emergentes con estrategias innovadoras, colaborativas y que se desarrollan en comunidades vulnerables del país”, dijo Juan Enrique Quiñónez, representante adjunto de UNICEF Ecuador.
Por su parte, María Augusta Bustamante, gerente de Responsabilidad Social Diners, empresa que en alianza con Unicef entrega capital semilla a los proyectos educativos ganadores, dijo que en esta primera edición del concurso participaron 36 propuestas. Agregó que la educación no es una competencia netamente estatal y que la sociedad civil es eje fundamental para cambiar de ‘chip’ y educar basado en la formación y no solo en la información.
‘Aprender con libertad’
Román, directora de la fundación que ganó el primer ligar, relató que la biblioteca de caña guadúa recibe a 100 niños y adolescentes de entre 7 y 19 años, cada semana. La cifra de usuarios es alta, tomando en cuenta que la asistencia es voluntaria; a los niños no se les toma lista, ni se les califica.
“Una biblioteca es un espacio de libertad”, reitera Román, al tiempo que destaca que los niños que se acercan a los libros y entienden lo que leen, son personas que logran ser autodidactas, una herramienta esencial para desenvolverse en el día a día.
El tener este espacio es una propuesta que también ayuda a mantener a los niños y jóvenes en actividades lejos del acecho de las bandas delictivas. La situación en la costa norte de Manabí –señala Román– es crítica, pues los menores aportan a la estadística de que en los últimos dos años hay un incremento del 500% de muertes violentas de jóvenes entre 15 y 19 años, en Ecuador.
Esta biblioteca dentro de una pequeña comunidad, de menos de 3.000 habitantes, implementa métodos nuevos de educación. Por ejemplo, Román afirma que la escritura es la práctica que acerca a la lectura y no al revés.
“A nosotros nos ha ido bien, básicamente por la estrategia de la libertad; no pertenecemos a la escuela. Trabajamos en alianza, somos en alguna manera el aula remedial de la escuela y estamos capacitando a los maestros, pero los niños que vienen no lo hacen como yendo a la escuela”, agrega la también docente.
Profesionalización del entorno
Dentro de la fundación se creó, este 2023, el programa ‘Bosque Mar’, que nació con un grupo de adolescentes, con los que trabajaron en prevención de embarazo e hicieron talleres de escritura creativa y a los que –para celebrar sus resultados en los talleres– los llevaron a Canoa, una playa cercana a la comunidad.
Salieron a surfear y fue tan exitosa la salida que crearon un proyecto para estudiar y entender el mundo que los rodea fuera de la biblioteca. Ahí surgió la idea de profesionalizar a los jóvenes en deportes acuáticos y conservación marina. Esto en apoyo con biólogos de una fundación y una universidad.
“Este programa ha logrado certificar en buceo a mar abierto ocho chicos”, resalta Román, y ahora la cantidad de interesados se ha multiplicado.
Para acceder a estas certificaciones, los jóvenes “ganan puntos” haciendo voluntariado en la biblioteca.
De esta forma, el proyecto abre posibilidades profesionales en la misma comunidad y genera un sentido de pertenencia entre los habitantes, lo que los vuelve menos vulnerables ante quienes los acechan con fines violentos. (AVV)
Las tres mejores iniciativas recibieron un capital semilla para reinvertir en sus proyectos y apoyar a más niños, niñas y adolescentes:
- 1er lugar: Fundación ‘A Mano Manaba’
- 2do lugar: ‘Asociación para la Enseñanza en Comunidad’.
- 3er lugar: ‘Fundación Alfredo Jijón’
“Este programa específico que hoy ha recibido un apoyo financiero está dando una respuesta a una situación crítica que enfrentamos en la costa norte de Manabí. Este proyecto es una protección frente al acecho a la seguridad, que amenaza a los jóvenes del país”, Rut Román, directora de la fundación ‘A Mano Manaba’.
“Una persona que lee y entiende lo que lee y es capaz de expresar eso que entendió con sus propias palabras, es una persona con las herramientas para ser autodidacta”, Rut Román, directora de la fundación ‘A Mano Manaba’.