Wilton Párraga no conoce dónde queda Costa de Marfil, apenas ha escuchado del continente africano, sin embargo, en estas últimas semanas sí se enteró de que un problema generado allá ha incidido en que el precio del cacao que tiene en su finca aumente.
La escasez de la oferta de las principales zonas productoras en África Occidental ha provocado que el precio de la ‘pepa de oro’ llegue a niveles nunca antes vistos vistos.
Esto último tiene contento a Párraga y a muchos agricultores en Manabí. “Es más, ahora que el valor se ha incrementado, hay gente que está reemplazando sus sembríos por los de cacao. Aquí nomás, hay muchos que tienen limón, pero ahora lo están dejando de lado”, comentó el hombre.
Él vive en la comuna de Río Chico, del cantón Portoviejo. Allí varias familias tienen sembrado cacao. Ellos lo venden a un centro de acopio de la zona.
Por estos días el precio del quintal de cacao bordea los $ 370 y eso es beneficioso para agricultores que como él han visto una oportunidad en medio de la crisis económica.
“Imagínese que en diciembre del año pasado el quintal estaba por los $ 50 y $ 80. Las ganancias eran pocas, ahora lo están pagando bien, y eso al menos nos representa algo de dinero”, expresó Párraga.
El costo de la tonelada de cacao llegó en marzo a los $ 10.000. El alza tiene su origen en una caída en la cosecha de los países africanos de Costa de Marfil y de Ghana, donde se produce el 60 % de este producto.
Rosario Mera, otra habitante de Río Chico, contó que ahora tienen una planta de cacao que a los ocho meses ya está afuera, es decir, que ya da el fruto.
“El cacao criollo tarda un año y medio en cosechar, pero el injerto, que es mezclado con otras plantas de la misma especie, demora menos, igual sale con el 75 por ciento de aroma y eso es bueno”, explicó ella.
La mujer recorrió su terreno, ubicado en una loma. Allí ya se observa la fruta del cacao y refirió que esta planta es “fuerte”, pocas veces muere, le caen pocas plagas.
Tanto Mera como otros agricultores de la zona creen que este será un buen año. Dijo que el precio del cacao se mantendrá en alza por lo menos dos años, hasta que en los países de África vuelvan a sembrar y a cosechar.
“En estos momentos los agricultores tienen tiempo de bonanza y ojalá aprovechen para invertir en sus parcelas “, expresó Jonathan Sabando, quien tiene una fábrica y tienda de chocolates en Manta, llamada Inducacao.
Él le compra el cacao a varios agricultores de Manabí, todos dueños de pequeñas fincas.
Mencionó que en estos momentos en que el productor es el mayor beneficiado del precio deben aprovechar para hacer nuevas siembras, mejorar las que tienen e implementar sistemas de riego más eficaces.
Sin embargo, contó que así como los precios del cacao son una oportunidad para crecer también está el problema de la inseguridad, pues hay agricultores a los que le roban el producto y hasta les cobran ‘vacuna’, como también se conoce a la extorsión.
“Esa es otra realidad. Hay fincas de 20 a 30 hectáreas donde en la parte final ya le están cosechando el cacao y los dueños ni cuentan se dan”, señaló.
Y esa es una de las caras del nuevo “boom” del cacao en Ecuador. La otra es el problema con quienes lo procesan.
Por ejemplo, a Jonathan Sabando le están ofreciendo el cacao en $ 400, y ese es un precio que él no puede pagar, porque le tocaría subir el valor de la barra de chocolate.
“Un chocolate oscuro, que tiene más cacao como el mío, cuesta ahora $ 2,50, pero ya con este incremento llegaría a los $ 5. Nadie me va a pagar ese valor. Cuando sube el precio no hay compradores, prefieren la opción más barata que el chocolate sucedáneo, el que es puro azúcar y aceite vegetal y es malo para la salud”, comentó.
Sabando expresó que los precios no van a volver a la normalidad tan rápido, porque el problema que tienen los principales productores, como Costa de Marfil, es que a ellos se les ha muerto casi el 30 % de su plantación y no hay cómo cubrir ese faltante. Hacerlo tomaría entre dos a tres años.
Alrededor de un millón de hectáreas en Manabí están dedicadas al cultivo. La mayor cantidad de esta superficie, unas 122.000 hectáreas, están destinadas a la producción de cacao, 113.000 a la de maíz, 52.000 a la de plátano, 18.000 al arroz, 10.000 al café y el resto a otros productos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC).
Fernando Ferrín, quien está al frente del programa municipal ‘De una al campo’, en Tosagua, indicó que solo en la zona rural de este cantón hay más de 100 hectáreas sembradas.
Son al menos 150 pequeñas fincas donde se siembra un cacao de buena calidad, esto a pesar de que el cantón no es cacaotero, sino maicero.
“Desde el Municipio se dan charlas y asesorías por parte de agrónomos para que siembren el producto. Ahora que el precio ha aumentado, habrá más siembras de cacao, las hectáreas van a aumentar, seguramente”, expresó Ferrín.