Veintiún estaciones de distribución de gasolina de la provincia de Manabí se quedaron sin combustibles el jueves 11 de julio por la falta de abastecimiento, anunciada la víspera por parte de Petroecuador.
Es que el 10 de julio, Petroecuador informó que la distribución de combustible había sido afectada por perforaciones clandestinas en el poliducto La Libertad – Manta. Este tramo del poliducto es uno de los que más intervenciones delincuenciales registran, con 127 perforaciones.
La gasolina que roban los delincuentes se desvía principalmente a actividades del narcotráfico.
Petroecuador informó que para el abastecimiento, que antes se hacía por el terminal de Barbasquillo, las comercializadoras debían acudir a los terminales de Pascuales (Guayas), Santo Domingo (Santo Domingo de los Tsáchilas) y la Libertad (Santa Elena). El jueves retomó los despachos de diésel prémium y a partir del lunes 15 de julio prevé continuar con los despachos de diésel 2 y de gasolinas ecopaís y súper.
La Asociación de Distribuidores de Combustibles de Manabí (Asodicma) indicó que para ellos es un problema asumir el costo del combustible hasta el terminal de Pascuales o de la Libertad. También aclaró que como distribuidores no son responsables del desabastecimiento y más bien pidieron una pronta solución a las autoridades competentes.
Para Colombo Arteaga, el problema no es que haya pinchazos en el poliducto, sino que no existiría suficiente combustible importado. También asegura que en la provincia de Manabí los distribuidores han propuesto colaborar con el ahorro de subsidios a los combustibles. Para ello están dispuestos a distribuir gasolina extra, que tiene un menor subsidio que la gasolina ecopaís, pero no han sido escuchados.
Adicionalmente, explicó que tras el incremento del precio de los combustibles, los distribuidores tienen problemas porque el 80 % no tiene capital de trabajo suficiente para comprar el combustible más caro. “No tenemos capital para abastecernos tres o cuatro días, sino que lo hacemos diariamente”. El problema es que ahora, que deben abastecerse a través de tanqueros que están más alejados, entonces se han quedado sin combustible.
Comentó que la tarde de ayer había tanqueros haciendo fila para abastecerse en los tres destinos propuestos por Petroecuador.
Para Arteaga es importante controlar el tema de los pinchazos, pero asegura que no se ve una verdadera intención de las autoridades. E incluso, dijo que los delincuentes parece que manejan información a lo interno de Petroecuador que bombea combustibles por bacheo.
De acuerdo con un informe de Petroecuador del 2023, publicado por La Fuente – Periodismo de Investigación, el sistema de poliductos de 1.600 kilómetros, que transporta combustibles (gasolina, diésel, GLP) por todo el territorio nacional, perdió solo en ese año 643.556 barriles equivalentes (líquidos y gas).
Esta pérdida representa unos $ 89,78 millones: $ 81,20 millones por valor de combustible y $ 8,58 millones de las posteriores reparaciones que se debieron realizar.
En ese año se detectaron al menos 334 perforaciones en siete poliductos: Esmeraldas-Santo Domingo, Santo Domingo-Pascuales, Santo Domingo-Quito, La Libertad-Pascuales, Libertad-Manta, Monteverde-El Chorrillo y Pascuales-Cuenca.
Los siete poliductos alcanzan una extensión de 1.469 kilómetros, es decir el problema de pinchazos afecta al 92 % de esta infraestructura estratégica del país.
No es la primera vez que se producen paros de los poliductos por perforaciones clandestinas. El 11 de junio y en noviembre del 2023 se conocieron de dos perforaciones en el gasoducto Monteverde El Chorrillo. En ambos casos se debió suspender el transporte del combustible.