Tomado de El Universo.- Diego Gustavo Borja Cornejo, quiteño de 60 años, es el candidato a la Vicepresidencia de la República por el movimiento Revolución Ciudadana (RC), lista 5, junto con Luisa González Alcívar, quien aspira a la Presidencia, para los comicios generales del 9 de febrero del 2025. Economista y empresario, fue parte del gobierno de Rafael Correa en sus inicios, aunque pocos años después se alejaron por diferencias internas. En los últimos años, Borja volvió a hablar con Correa, líder honorífico de la RC, llevándolo a esta lid electoral. Asegura que el papel que tendría en el Gobierno, en el caso de que fueran electos, es un hecho acordado y ratificado, por lo que su función será la de tomar las riendas de la economía nacional.
Considera que la principal urgencia por la que atraviesa el Ecuador es la energética, de empleo, salud y educación, que no tendrán soluciones inmediatas.
Fueron parte del gobierno de Rafael Correa, ahora forman un binomio a la Presidencia de la República. ¿Cómo se conocieron con Luisa González?
Empiezo a conocerle más de cerca a Luisa a partir del 2019 cuando se produjo la movilización del sector indígena. Empecé a tener una nueva cercanía con la Revolución Ciudadana, después de haber tenido una gran lejanía. Cuando se da todo este proceso de represión en Quito, que incluso condujo a que le apresen a la prefecta de Pichincha (Paola Pabón), en ese momento mostré mi total desacuerdo con esa política del gobierno de Lenín Moreno y empezó a haber una cercanía con Luisa que reemplazó, en ese momento, a Virgilio Hernández. Luego vino la pandemia y teníamos una gran cercanía, incluso física, porque Luisa es mi vecina en el barrio y nuestra relación empezó a ser más cercana. Luego fue electa asambleísta y había ocasiones en las que me pedía criterios sobre temas económicos y se da una relación más permanente.
La decisión del movimiento de postular a Luisa González a la Presidencia y no a Diego Borja, ¿cómo la tomó?
Creo que el Ecuador tenga la posibilidad de elegir a una mujer es algo novedoso y positivo. En el plano personal me es aún más positivo, porque soy papá de cinco mujeres y un varón. Entonces, que las mujeres tengan la posibilidad de gobernar, de mostrar su enorme capacidad, su inteligencia, su sensibilidad, puede ser un cambio necesario, porque hemos visto que los últimos gobiernos conducidos por hombres han fracasado. ¿Por qué no confiar en una mujer?
¿Usted será como el ‘poder tras el poder’?, porque es quien conoce de economía en un Ecuador de crisis de empleo, de circulante…
Somos un equipo. Cada cual tiene su ámbito de experiencia y conocimiento. Efectivamente, el mío es más en el económico y productivo por mi desempeño tanto como economista como empresario. No quiere decir que otros ámbitos no sean igual de importantes y fuertes, como el social, de seguridad y justicia.
¿Discutieron qué papel va a tener en la administración gubernamental desde la Vicepresidencia?
Sí. Claramente hemos acordado que mi ámbito de acción va a ser el de lo económico. El Ecuador enfrenta una crisis económica bárbara. Probablemente, en este año vamos a tener un decrecimiento. El Banco Central, el Fondo Monetario Internacional están ajustando las previsiones económicas para este año y de lo que han señalado vamos a estar estancados, o sea, no vamos a crecer.
Rafael Correa reconoce en usted sus conocimientos en economía y, de ganar las elecciones, ¿cree que se sostenga un acuerdo o en el camino habrá cambios?
No vamos a dar una señal de vergüenza nacional como la que estamos viviendo hoy con la relación del presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad. Eso no es un problema de Noboa y de Verónica Abad, no. Eso es un problema del país y, cuando se muestra eso interna y externamente, se vulnera el Estado de derecho. El momento en que un funcionario de rango mucho menor que el vicepresidente le ha castigado administrativamente con 150 días de suspensión, violando la Constitución y la ley, se está violando el Estado de derecho. Esa relación es vergonzosa para el país, no solo para Noboa y Abad. Nuestro compromiso es tener una relación armónica, aunque eso no quiere decir que no vaya a haber discrepancias, pero no se pueden zanjar violando la Constitución. Aquí hay un acuerdo en el sentido de decir ‘bueno, vamos a aprovechar la experticia que tienen los candidatos’ y, en su momento, si es que logramos el voto popular, los gobernantes estarán el uno en el lado económico, el otro en el lado más social.
¿Es partidario de que el Estado se abra a la inversión privada?
El Estado tiene ámbitos muy concretos que son la provisión de los servicios básicos de la población. Eso no puede dejar de proveer, porque cuando lo hace, pasa lo que está pasando. Cuando dicen que no hay cómo permitir que los privados entren en el sector energético, es falso. No es que no se puede, sino que cuando quieren tener proyectos de más de diez megavatios tiene que pasar por un proceso público de selección. Por eso tenemos proyectos privados en el Ecuador de 40 megas, 50 megas que pasan por ese proceso. Aquí no hay un problema legal, es una incapacidad administrativa, es un desconocimiento, sobre todo del Gobierno. Estaban advertidos de que iba a haber un estiaje fuerte y no tomaron previsiones para mejorar la capacidad de generación termoeléctrica. Se comieron las reservas de Mazar y ahora estamos pagando con cortes de luz.
Conocen de la crítica realidad nacional. ¿Qué harían de inmediato si son electos?
Primero, no mentirle a la gente. A la gente no se le puede decir que mañana estará solucionado el problema. No va a ser así. Va a haber un tiempo necesario en el cual todavía vamos a tener problemas energéticos. Empezaremos a resolver el problema, pero primero decirle la verdad a la gente. Como medidas inmediatas, hay que contratar electricidad con las barcazas, pero que funcionen. No como el contrato de una barcaza que le iba a proveer 110 megavatios y le está proveyendo 12. Mejorar la capacidad de generación termoeléctrica, el mantenimiento de las hidroeléctricas, el reemplazo de las lámparas incandescentes por las lámparas ledes, el alumbrado público con lámparas fotovoltaicas, dar continuidad a los proyectos eólicos geotérmicos fotovoltaicos… Hay un conjunto de acciones que desde el primer día se las puede tomar, pero no van a dar fruto inmediato, sino en un tiempo perentorio.
¿Y si la situación climática no cambia y, al contrario, empeora?
No hay que echarle la culpa al medioambiente. En Arabia Saudita no llueve y no tienen cortes eléctricos, los países vecinos tienen el mismo estiaje y no tienen cortes eléctricos. Es una falta de previsión e incapacidad.
¿Se requiere una reforma constitucional? Los políticos ofrecen cambios legales para ejecutar sus propuestas.
Hay cinco urgencias en el Ecuador: de electricidad, seguridad, empleo, salud y educación. Hay que tomar el toro por los cuernos y para eso no se requiere reforma constitucional, se requieren conocimiento, eficiencia, eficacia. Se requieren reformas constitucionales como cuál es el papel que deberían tener el presidente y el vicepresidente para evitarnos estos conflictos democráticos. También, cuál es el camino que podemos hacer para evitarnos los conflictos en el nombramiento de las personas que están en los organismos de control y cómo podemos volver a tener una constitución que norme adecuadamente el sistema económico y fortalezca la dolarización. Una institucionalidad vulnerable permite la entrada del crimen organizado.
Perfil:
Nombre: Diego Gustavo Borja Cornejo
Edad: 60 años
Estado civil: casado
Hijos: cinco mujeres y un hombre
Profesión: economista graduado en la Pontificia Universidad Católica de Quito y máster en Economía por la Universidad de Lovaina, en Bélgica.
Trayectoria: exministro de Economía; fue asambleísta constituyente en el 2008. Representante ecuatoriano en organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, la CAF, el Fondo Monetario Internacional (FMI).