El olvido estatal en la provincia de Manabí sigue desnudando realidades en los servicios básicos, como la cobertura de electricidad, lo que evidencia la odisea de pobladores de decenas de sitios rurales que nunca han tenido alumbrado público y, en pleno siglo XXI, continúan usando velas y candiles.
La provincia costera de 1,5 millones de habitantes está conformada por 22 cantones y, según el Censo de Población y Vivienda 2022, la población rural alcanza los 668.515 ciudadanos, es decir, el 42%.
De esa cifra, el 93,6% tiene acceso a la electricidad. También hay otros indicadores como el agua por red pública que llega al 29,2%, alcantarillado 5,1% y la recolección de basura con un 57,2%.
La demanda total de energía de la provincia, tanto rural como urbana, la cubren dos unidades de negocios de la Corporación Nacional de Electricidad CNEL EP:
La Unidad de Negocio Santo Domingo brinda el servicio eléctrico a los cantones Flavio Alfaro, Pedernales, Jama y La Manga del Cura (El Carmen).
Mientras que CNEL EP Unidad de Negocio Manabí cubre los cantones Sucre, Junín, Chone, El Carmen, Jipijapa, Paján, Manta, Portoviejo, 24 de Mayo, Olmedo, Santa Ana, Rocafuerte, San Vicente, Jaramijó, Bolívar, Tosagua, Pichincha, Puerto López y Montecristi, lo que significa una cobertura del 94,29%.
“Con velas, mechones y lamparitas nos alumbramos”, dijo una de las habitantes de las casi 80 comunidades que nunca han tenido energía eléctrica en Pedernales, cantón del norte de la provincia.
De acuerdo al concejal de Pedernales, Jorge Sarchez, son “comunidades antiguas que nunca han tenido el servicio de alumbrado”.
Pero este territorio no es el único, pues también sucede lo mismo al sur, por ejemplo, en el cantón Jipijapa, también existen sectores que aún no tienen el servicio a pesar de los constantes pedidos y solicitudes.
“Complicado porque el humo de los candiles afecta también salud y, además, sin luz, a las 20:00, ya todos a dormir”, contó el concejal de Jipijapa, Wilmer González.
Zonas rurales, olvidadas
Pedernales está conformado por 284 comunidades, de las cuales “unas 80 nunca han tenido luz, yo creo que es por la distancia”, consideró Sarchez.
Como muestra pone a los siguientes sectores: Guacharacal, Guaquacal, Chemere, La Pimienta, Tigua, Cañero, Canoeño, Guabina, Las Cumbres, Bordones, otros,
De hecho, para acceder a algunos de estos lugares se necesitan caballos, canoas o en vehículos (rancheras) solo en verano.
Sobre este cantón, el INEC refleja que la cobertura de servicio eléctrico en la zona rural alcanza el 77,8%, lo que significa que un poco más del 20% carecen del alumbrado.
En el caso de Jipijapa, González aseguró que efectivamente hay comunidades que nunca han tenido energía eléctrica a pesar de las gestiones para tener el servicio.
“Al menos el 5% de la población rural de Jipijapa tendrían ese problema”, calculó el funcionario y entre las comunidades sin luz están El Retiro, Matapalo, El Tigre, entre otras.
En el cantón sur, el Censo de Población y Vivienda de 2022 arroja que la cobertura eléctrica rural es del 94,7%.
Hasta finales de 2022, en los 22 cantones, al menos 400 comunidades aún dependían de candiles para alumbrarse y se requería una inversión de unos USD 20 millones para instalar el servicio.
Candiles no pertenecen al pasado
El tiempo no ha pasado en Manabí, donde en 2024 decenas de comunidades siguen dependiendo de candiles, mecheros o velas para alumbrarse. ¿Qué son los candiles? En el campo manabita nunca faltan y sirven para alumbrarse.
Son hacen con tarros de atunes o pintura en los que se vierte queroseno, que se obtiene de la destilación del petróleo. Para que los candiles puedan alumbra hay que ubicarle un mechón de tela.
Así se vive sin energía eléctrica. Nancy Rengifo contó que las tareas de la escuela o colegio hay que hacerlas durante el día.
Ella siguió relatando, por ejemplo, que entre a las 17:00 a 18:00 se debe merendar. Durante las noches, además, se prenden candiles en la esquina de la sala y a veces se dedican a desgranar maíz, maní o a pelar naranja.
Antes y después
Patricia Zambrano, del sector la Rinconada de Lizondro, del cantón Pichincha, dijo que tener luz eléctrica era algo que veían “imposible… antes nos alumbrábamos con las velitas y mechones”.
«Tengo mi hijo con discapacidad y nos sentíamos intranquilos, antes nos alumbramos con velitas”, dijo otra ciudadana, pero del sector Cabello Adentro del cantón Bolívar.
Viven en el pasado. La educación y los avances tecnológicos son un desafío “porque falta el Internet”, manifestó González.
Además, hay otros problemas como la intermitencia en la conectividad telefónica y en algunos sectores el único medio de comunicación es la radio.
Estas zonas o comunidades que no tienen alumbrado están conformadas por entre 12 y 15 familias y para salir a la parte urbana deben de hacerlo en verano, pues existen carreteras de tercer orden por donde solo pueden acceder los vehículos en esas épocas.
Cuando es invierno lo hacen en caballos e incluso para sacar a los enfermos se debe improvisar una camilla con dos cañas y una hamaca.
Solo proyectos
Desde distintos sitios de Manabí, se han hecho un sinnúmero de solicitudes y en la mayoría no han sido atendidos por la falta de recursos económicos o porque hay que esperar que sea época de verano para ejecutarlos.
Por ejemplo, en un pedido realizado el 27 de octubre de 2022, la comunidad Pafui, conformada por al menos ocho familias, perteneciente a la parroquia Pedernales, del cantón del mismo nombre, solicitaba una inspección técnica para acceder al tendido eléctrico.
La solicitud fue recibida, pero aún no se logra concretar el proyecto. En Manabí hay unos 800 proyectos en carpetas, es decir que están elaborados, pero falta que se le asigne un presupuesto y por ende ejecutarse.
Las casas en el campo manabita están ubicadas a largas distancias. En la gráfica, una casa del sitio Chontillal, del cantón Pichincha, que tiene energía desde hace tres años.PRIMICIAS
Entre 2022, 2023 y 2024 se ha invertido aproximadamente USD 4 millones en proyectos de electrificación para zonas rurales de la provincia.
PRIMICIAS mapeo los proyectos de los últimos años relacionados a Construcción, Electrificación, Modernización y Ampliación o Mejoramiento de la Unidad de Negocio Manabí CNEL EP, que ya fueron concretados en zonas rurales y los cuales están distribuidos de la siguiente forma:
Construcción: Un proyecto de medio y bajo voltaje para el sitio Ruta del Choclo, en la parroquia Andrés de Vera, de Portoviejo.
Electrificación: Están previstos 70 proyectos que están ubicados en los cantones de Pichincha, Chone, San Vicente, Paján, Bolívar, San Vicente, Sucre, Tosagua, Portoviejo, Rocafuerte, 24 de Mayo y Jipijapa.
Modernización: Un proyecto de infraestructura de redes de distribución, ubicado en el cantón Montecristi, en la parroquia Leónidas Proaño.
Ampliación o Mejoramiento: Hay 36 proyectos que están ubicados en los cantones de Paján, Bolívar, Chone, san Vicente, Sucre, Tosagua, Portoviejo, Montecristi, Olmedo y Jipijapa. El costo de los proyectos varía dependiendo el tipo, zona y también los beneficiarios.
Por ejemplo, un proyecto de electrificación que se ejecutó a inicios de 2024 en las comunidades de Cabello Adentro, San Bartolo y Arrastradero del cantón Bolívar, para 59 familias, tuvo una inversión de USD 59.000.
Con dicho monto se instalaron 32 postes, seis transformadores, 1.600 metros de redes, 29 luminarias con tecnología LED y otros elementos eléctricos.
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