Un joven venezolano fue capturado en Huaquillas justo cuando intentaba teñirse el cabello de negro. Según la Policía, buscaba borrar una pista clave: durante el asesinato de José Agustín Aponte Ludeña, cometido el pasado viernes 20 de junio, el atacante llevaba el cabello pintado de amarillo.
El coronel William Calle, jefe policial de la Zona 7, informó que el adolescente fue sorprendido en pleno cambio de look durante un operativo de allanamiento realizado en el sector El Tropezón, al norte de la ciudad, la madrugada de este 21 de junio. El detenido, identificado como Y.A.M.R., de 17 años, sería uno de los dos implicados en el crimen.
La ejecución ocurrió frente al mercado central de Huaquillas, en la intersección de la calle Primero de Mayo con la avenida Hualtaco y 10 de Agosto, cuando comerciantes y transeúntes se desplazaban con normalidad.
Según testigos, dos sujetos a bordo de una motocicleta con placas peruanas llegaron al lugar y, sin mediar palabra, uno de ellos —con el cabello teñido de amarillo— abrió fuego contra Aponte.
Fueron precisamente los detalles aportados por los testigos lo que permitió a los agentes orientar la búsqueda. “Un joven de cabello amarillo, camiseta blanca, que se movilizaba en una moto extranjera, esa fue la descripción que nos dio la gente”, relató uno de los policías que participó en la investigación.El camuflaje no funcionó
En la misma vivienda donde se encontró al peliteñido también se halló la motocicleta presuntamente utilizada en el crimen, además de una camiseta blanca con manchas que podrían ser de sangre y dos cajas con 50 municiones calibre 9 milímetros cada una, es decir, 100 cartuchos en total.
El segundo implicado logró escapar hacia Perú. Las autoridades ecuatorianas ya han coordinado con sus pares del país vecino para dar con su paradero. Mientras tanto, el joven detenido permanece bajo custodia y fue puesto a órdenes de la autoridad judicial competente.