«Que jueguen los que quieran jugar». Ese fue el veredicto del directorio de Barcelona Sporting Club sobre el problema existente con el grupo de jugadores, previo al partido contra Independiente del Valle, este domingo 21 de diciembre.
El partido, válido por la última fecha de la temporada de LigaPro, es de vital importancia para los toreros, ya que está sobre la mesa la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Sin embargo, esta semana fue irregular. Primero se dio una pugna entre los jugadores y directivos por los sueldos atrasados. Los jugadores dejaron de entrenar como medida de protesta y el presidente Antonio Alvarez respondió con un comunicado donde los acusó de tener poco compromiso con el equipo, asistiendo a los entrenamientos en estado etílico, entre otras perlas.
Después, el asesinato de Mario Pineida. Jugadores y directivos se olvidaron del pleito y cada uno, por su lado, acompañó en el velorio del jugador.
Al final, no hubo arreglo y el directorio le restó importancia, inclusive anunciando que jugaría con juveniles si es necesario.
Pero los jugadores cambiaron de opinión. Decidieron enfocarse en el partido y asistir al encuentro contra el rayado. Dejaron a un lado el pleito por la deuda, pero aclararon que lo hacían por Pineida. Los reclamos, al final, llegarán a las instancias legales.








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