Un equipo internacional de científicos descubrió las huellas de animal más antiguas hasta el momento, que tienen una edad de 541 a 551 millones de años, publica hoy la revista Science Advances.
Los rastros dejados por los apéndices de un animal desconocido están situados en el sur de China, en la región de las Tres Gargantas del río Yangtsé.
Estas señales son irregulares y básicamente consisten en dos hileras dispuestas en paralelo, constituidas por pequeñas marcas repetidas, las cuales indican que fueron producidas por un animal simétrico.
Ello apunta a que se trataba de una especie bilateral, caracterizada por este tipo de simetría y luego, por tener cabeza y ano, con una mayor capacidad de movimiento que animales con otras proporciones.
Las huellas encontradas parecen estar conectadas a madrigueras, lo que sugiere que el animal se enterraba en los sedimentos y en acumulaciones de microbios para nutrirse de oxígeno y comida.
Estas marcas representan la evidencia más antigua de la existencia de apéndices en los animales, y sitúa el origen de las estructuras entre los comienzos del Cámbrico y el final del Período Ediacárico, una etapa geológica que duró de los 635 a los 541 millones de años de antigüedad.
En la actualidad se considera que la aparición de los animales bilaterales ocurrió con la explosión del Cámbrico, hace 541 a 510 millones de años, aunque se sospecha también que su ancestro es anterior y se remonta al Período Ediacárico. Este hallazgo confirmaría la hipótesis.
Sin embargo, los investigadores aseguran que hasta el momento no se han encontrado huellas fósiles de estos supuestos ancestros de los animales bilaterales, lo que podría explicarse porque sus cuerpos blandos no hubieran dejado ningún rastro.
De acuerdo con los científicos, ello dificultaría poder rastrear el origen de los animales que revolucionaron la evolución. (Prensa Latina)