Andrea Utreras, una extrabajadora de la Asamblea Nacional, denunció este viernes a la asambleísta Karina Arteaga de pedirle el llamado «diezmo legislativo» todos los meses.
«Teníamos que cubrirle los almuerzos y las movilizaciones. Teníamos que quedarnos en su casa porque no le gustaba quedarse sola», dijo.
Utreras apuntó también a la asambleísta correísta Gabriela Rivadeneira cuando esta era presidenta del Poder Legislativo.
Según la exfuncionaria, el esposo de Rivadeneira era el encargado de cobrar estas coímas.
En los chats de trabajadores y exfuncionarios de la Asamblea le llaman “diezmo”.
Es el pago que, aparentemente, recibían algunos legisladores de sus colaboradores. Hasta el momento ninguno de los afectados ha presentado su demanda públicamente.
Prefieren el anonimato y aseguran que han entregado dinero en efectivo para el partido; que les exigieron el pago de contratos en publicidad en redes sociales; la compra de pasajes aéreos y para la alimentación de los legisladores. Todo esto solo por mantener sus cargos.
Y siguen cayendo los «angelitos» de AP, la lista nunca a de terminar.