Si algo sabe hacer a la perfección la familia Kardashian es manejar los tiempos para estar siempre en boca de todos. Tres días después de anunciar el nacimiento de su tercera hija, Kim ha anunciado el nombre de su tercer bebé con el rapero Kaney West, una niña a la que han llamado Chicago y que ha nacido a través de vientre de alquiler.
«North, Saint & Chi», ha escrito en su perfil de Twitter desvelando así cómo la familia llamará cariñosamente a la pequeña. Además ha querido dejar claro la forma de pronunciar ese ‘Chi’: «A todos los que piensan que se pronuncia literalmente como Chi. No. Es ‘Shy'», afirmaba al retuitear este comentario de una de sus seguidoras.
La página web de la socialité ha vuelto a ser una vez más el lugar donde ha anunciado esta importante noticia. Es allí donde la estrella de Keeping up with the Kardashians publicó también el pasado martes el nacimiento de su tercera hija, que nació la madrugada del lunes 15 de enero a las 00:47. «Kanye y yo estamos felices de anunciar la llegada de nuestra preciosa y saludable niña», dijo a la vez que agradeció a la madre biológica por «hacer realidad nuestros sueños con el mejor regalo que se podía dar» y daba las gracias a los médicos y enfermeras «por su especial cuidado».
La noticia, como casi todo lo que procede de la familia Kardashian, ha arrasado en Internet llegando a ocupar en tiempo récord el primer puesto en búsquedas de Google Trends. También se ha viralizado rápidamente en la red la imagen con la que Kim anunció a sus seguidores de Instagram la llegada de su tercer bebé y que acompañó con el ‘hashtag’ #momofthree.
Con Chicago, el matrimonio se convierte en familia numerosa. Kim y Kaney ya tienen a North, de cuatro años, y a Saint, de dos. «North y Saint están especialmente encantados de dar la bienvenida a su hermanita», confesaba la empresaria. No sólo los pequeños West Kardashian están felices con esta noticia, todo el clan ha felicitado a la pareja a la que han obsequiado con tartas y flores.
Kim, de 36 años, padece placenta accreta, una enfermedad que consiste en una excesiva adherencia de la placenta a la pared uterina, lo que le provocó graves problemas en sus dos embarazos anteriores y que, de haber tenido más hijos de forma natural, podría haber puesto en peligro su vida. “Quiero que mis hijos tengan otro hermano, pero los doctores me han dicho que no creen que sea seguro para mí”, revelaba en uno de los capítulos de su reality. (Tomado de Hola)