La ministra del Interior, María Paula Romo, aseguró que 2000 personas atacaron la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Posorja en la provincia del Guayas, la tarde de este martes.
Durante una rueda de prensa realizada este miércoles 17 de octubre, Romo detalló que entre 15 personas y 20 personas han sido identificados en primera instancia como participantes en los incidentes, donde una muchedumbre sacó a la fuerza a tres detenidos (dos hombres y una mujer) que se encontraban aprehendidos en la UPC, y los linchó. Los dos hombres y la mujer que fallecieron registran antecedentes penales por delitos como robo, estafa y asociacion ilícita.
«Evidentemente esta es una situación para que la Policía no está lista en una UPC. No tienen en una UPC un contingente antimotines para contener a 2.000 personas. La Policía hizo todos sus esfuerzos para precautelar la vida de las personas aprehendidas, porque es también nuestra responsabilidad y todos nuestros policías están heridos por eso», apuntó Romo.
Romo confirmó que el único caso relacionado con secuestro de un menor en 2018 es el ocurrido en la provincia de Sucumbíos y que fue resuelto el domingo 14 de octubre con la captura del presunto raptor, en un poblado fronterizo de Colombia.
Destrucción de bienes públicos, delincuencia organizada y asesinato son los tres delitos que también se investigan, aseguró el fiscal Jefferson Caicedo quien además aseguró que se está tratando de identificar por los videos en redes sociales a los involucrados en el incidente y también a quienes incitaron a la violencia. Agregó que personal de la Dinased se distribuyó en la población para obtener datos más precisos para esclarecer el hecho.
La UPC quedó deshabilitada tras los desmanes. Además, sujetos desconocidos han sustraído uniformes y dotación policial como: municiones, alimentadoras, equipos de comunicación, aires acondicionados. Incluso, por dentro, parte del techo fue levantado y se registraron orificios en las paredes, presumiblemente para robar. En tanto, el sitio permanece cercado para evitar mayores daños en la escena que permanece en investigación.
Personal de la policía limpia el lugar de los hechos, recogiendo los escombros de los daños ocasionados por una multitud enardecida.