Un trabajo en grupo de estudiantes de colegio terminó en tragedia. Un niño de 12 años murió con un impacto de bala en el rostro el viernes 8 de marzo del 2019 en Tabacundo, capital del cantón Pedro Moncayo, al norte de Quito.
El hecho se produjo cerca de las 10:30 cuando un grupo de seis estudiantes de un colegio de esa localidad se encontraba en la vivienda de uno de los niños para realizar un proyecto de cocina grupal. En el lugar, según el parte policial, uno de los menores habría “manipulado una carabina a manera de juego”.
Según informa la Policía este 9 de marzo, se «habría intentado realizar un disparo al techo de la vivienda, que no se había accionado, por lo cual le había apuntado a su compañero y se realiza una detonación, que le impacta a la víctima en su rostro”.
El capitán Edwin Barrera, jefe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), señaló que fueron alertados de la emergencia por el ECU 911 y que acudieron a la escena, en el interior de una casa.
“A simple vista se observaba que (la víctima) presentaba una herida por el paso de proyectil de arma de fuego en la región frontal”, manifestó el oficial, quien recabó testimonios de testigos.
“Una vez que intentaron disparar y que no se accionó el mecanismo del arma de fuego, siguieron intentando jugar con esta arma. Minutos después, cuando ya el menor de edad intenta apuntarle a su compañero, este acciona (el gatillo) y provoca la muerte inmediata de su amigo de escuela”, sostuvo Barrera.
Los uniformados requisaron una carabina de fabricación artesanal y dos cartuchos. Un menor 13 años es investigado por lo ocurrido, con una instrucción fiscal por homicidio culposo.
Al tratarse de la investigación a un menor de edad indicó Barrera los agentes de la Dinased coordinaron con la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen).
El adolescente deberá presentarse cada miércoles junto a su padre ante la Justicia mientras se desarrollan las indagaciones. (El Comercio)