Los esfuerzos para proteger los manglares ecuatorianos, que incluyen el cuidado de las especies que los habitan, sirven poco ante las amenazas que enfrentan cada día.
El cambio climático, la contaminación y la deforestación son algunas de las causas que afectan a este ecosistema marino, el cual actúa como barrera en caso de tsunamis o ciclones.
Para conocer su realidad, Mariana Capareli, docente investigadora de la Universidad Amazónica Ikiam, realizó un estudio sobre la contaminación de los manglares. Para ello, analizó los cangrejos como indicadores directos de la afectación en el hábitat marino.
La investigación dejó resultados alarmantes sobre la acumulación de basura junto a los crustáceos. Les provoca estrés, desórdenes fisiológicos y afecta su reproducción, concluyó el estudio.
Capareli indicó que todo lo que llega a los ríos y océanos como metales, pesticidas, antibióticos, plástico, entre otros, va a los manglares y perjudica a los cangrejos. La problemática crece cuando las personas que consumen cangrejos estarían ingiriendo esa bioacumulación de basura.
“Estos animales están todo el tiempo alimentándose de los manglares y en contacto con sedimento contaminado, cuando nosotros los comemos también digerimos esa contaminación”, mencionó.
La conclusión de sus estudios revela que, en general, la Costa está en amenaza por diversos tipos de impactos y aquello regresa a los consumidores.
El Ministerio del Ambiente definió en 2016 que en el país existen 161.835,03 hectáreas de manglar, de las cuales 72.523,48 son parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Desde 2000 hasta finales de 2017, la entidad entregó 61.407,16 ha en concesión a través de 50 acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar, a beneficio de alrededor de 45 asociaciones.
Una de ellas es la Asociación de Usuarios Ancestrales de Pesca Artesanal Campo Alegre, comuna de Puná. El gremio tiene a su cuidado y protección más de 7.000 hectáreas de manglar en concesión, tras firmar dicho acuerdo con el Ministerio del Ambiente.
Para Gina Gonzabay, integrante del gremio, la contaminación del manglar es preocupante. Manifestó que actualmente acompañan a estudiantes de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), quienes analizan la situación de los manglares y las especies que los habitan.
Mencionó que son muchos los factores que inciden en esta problemática, uno de ellos son los desechos de las camaroneras de la zona. “Por ello, tratamos de proteger al manglar y al cangrejo.
Hacemos de todo, como limpieza y vigilancia para evitar la deforestación, incluso zonificamos áreas”, señaló. Cangrejeros hacen mingas Luis López, de la Asociación de Cangrejeros 6 de Julio de Naranjal, ratificó que existe la amenaza de la contaminación.
“Los químicos terminan con las especies, y (también) las aves”. Explicó que por la fumigación aérea de las bananeras, todo el residuo del agroquímico viaja desde los ríos y esteros hasta el manglar. A eso se suman las personas que arrojan basura a las quebradas, ríos, etc., la cual llega al manglar.
“Por eso, hacemos mingas durante la veda para sacar los desechos sólidos, que son perjudiciales para los cangrejos y las demás especies”, mencionó López. Añadió que, luego de una semana de finalizada la veda, las capturas de cangrejos se han reducido, y una de las causas es que el animal estaría enterrado.
“En la Asociación 6 de Julio el límite de captura es seis atados, pero ahora muchos cangrejeros vienen con dos, tres y a veces con cuatro atados”, comentó. (El Telégrafo)