Los tres ecuatorianos del equipo periodístico de El Comercio asesinados por un grupo disidente de las FARC Oliver Sinisterra en la frontera colombo-ecuatoriana fueron asesinados en movimiento y no por ajusticiamiento.
La información fue difundida en la web Código Vidrio y en una noticia publicada en el diario colombiano El Espectador.
En su sitio web Código Vidrio, el periodista Arturo Torres, quien intenta explicar el secuestro y posterior asesinato de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra en el libro Rehenes, explica que la autopsia revela en un documento de 75 páginas que «los tres rehenes recibieron varios disparos por el costado izquierdo de sus cuerpos, por la espalda, y en una trayectoria de abajo hacia arriba».
Lo más probable es que cuando fueron ejecutados no estaban sentados, inmovilizados, como sostuvieron dos disidentes ante la Fiscalía, sino en movimiento -caminando o corriendo-, quizás en medio de un enfrentamiento armado. El asesinato ha sido adjudicado a Walter Arizala, alias Guacho.
Arturo Torres explica que los elementos descritos en la autopsia ponen en duda las versiones rendidas por ‘Cherry’ y ‘Alirio’, integrantes del frente Oliver Sinisterra ante la Fiscalía colombiana, según las cuales varios de los custodios se acercaron a los tres cautivos, que se encontraban en una vivienda, y los llevaron hasta un árbol diciéndoles que los iban a liberar. Luego los habrían encadenado, obligándolos a sentarse, junto a un familiar de Guacho (Fernando Vernaza Castro), acusado de ser informante de los uniformados ecuatorianos. Entonces, les habrían disparado, en medio de la noche.
Necropsia vs informe fiscal
El reporte de las autopsias a los cuerpos de los tres rehenes fue realizado en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cali, el 22 de junio de 2018, por tres peritos distintos. Un experto delegado por el gobierno ecuatoriano, el coronel Fausto Olivo, avaló el examen, explica el medio.
Los tres recibieron tiros de gracia, en el costado izquierdo de la cabeza, pero desde la parte posterior. Esa fue la causa de las muertes. Sin embargo, también recibieron disparos en distintas partes del cuerpo con pistolas de calibre 9 milímetros.
Aunque la versión recogida por la Fiscalía colombiana refiere disparos a los tres cautivos mientras estaban sentados, encadenados y por lo tanto inmóviles, los hallazgos de las necropsias sugieren que recibieron los tiros mientras estaban en movimiento, caminando o corriendo, según un forense consultado, que pidió la reserva de su identidad. Además, los disparos son a un metro 20 centímetros de distancia.
Esto coincidiría con el comunicado del frente Sinisterra, divulgado el 11 de abril, que es considerado un elemento probatorio por la Fiscalía colombiana. Según ese documento, hubo operaciones combinadas de Ecuador y Colombia y desembarcos durante el secuestro. (El Universo)