Los internos de la Penitenciaría del Litoral que habitan en el pabellón 7, el área donde están recluidos quienes padecen de tuberculosis, están preocupados y sus familiares imploran por una verdadera intervención.
Aunque este jueves afuera de la cárcel el ambiente era tranquilo, pues no había fila para visitas (están suspendidas desde el 30 de mayo en que seis reos fueron asesinados) y ahí estaban unas pocas madres conversando
Se habían encontrado afuera de la Penitenciaría para organizarse y advertían que estaban dispuestas a realizar una huelga de hambre en ese mismo lugar. Indicaban que sus familiares llevarían casi un mes sin medicamentos ni atención médica. Aseguraban las madres que desde la emergencia los médicos no ingresan a la cárcel.
Pero su mayor preocupación es que la noche del miércoles, los internos del pabellón 7 habrían sido visitados por quienes ahora, tras las muertes de las últimas semanas, comandarían las bandas que hay en el centro penitenciario que tiene más de 13 mil privados de libertad.
“Se metieron al pabellón y les dijeron que necesitan gente para rebelarse porque hay un director nuevo”, contó la madre de uno de los reos que padece tuberculosis.
Ella conversa constantemente con su hijo, pues dice que, como la mayoría de los internos, su hijo tiene un celular y así recibe noticias de su salud.
No lo ha visto en casi un mes y aunque en la Penitenciaría ayer había un papel que indicaba que las visitas se reanudarían este fin de semana, ella no cree que eso suceda.
Aseguró que su hijo y sus allegados se rehúsan a participar de las motines pero dicen tener miedo y aseguran que están preparados para respaldar a quien comande su pabellón.
Esto ocurre en la cárcel más poblada del país donde desde que se decretó el estado de excepción, el 16 de mayo pasado, han sido asesinados (baleados, apaleados e incinerados) ocho privados de libertad.
En el Centro Regional, adjunto a la Penitenciaría, donde fue asesinado e incinerado el líder de la banda los Cubanos, William Poveda, la vigilancia militar y policial era intensa.
Sobre el tema y a la misma hora que las madres se reunían afuera de la Penitenciaría, en el Salón Azul de la Base Aérea Simón Bolívar se daba la segunda sesión de gabinete sobre el tema de seguridad.
En la reunión estuvo el presidente Lenín Moreno, quien recibió un informe de la situación y tras reunirse con los representantes de varios ministerios y de las Fuerzas Armadas, anunció que resolvieron tres puntos importantes para tratar la crisis carcelaria en el país.
Se comenzaría por solicitar a los jueces que sus decisiones no se interpongan con el trabajo de la Secretaría de Rehabilitación Social. Sostuvo que se mejoraría la seguridad adquiriendo tecnología para lo cual, según Edmundo Moncayo, el nuevo director de Rehabilitación, ya se habrían destinado $27 millones. Se indicó que el tema de la alimentación de los reos era parte de la resoluciones prioritarias.
El plan de acción para tratar la emergencia se debía elaborar ayer mismo, pero no hay fecha de aplicación. Moncayo sostuvo que no van a retroceder ni darían tregua a las bandas.
Tres resoluciones
1. Apoyo judicial
Ministerio del Interior solicitará al Consejo de la Judicatura que las resolucione sde los jueces no se interpongan o contradigan las decisiones disciplinarias de la Secretaría que maneja la rehabilitación penitenciaria.
2. Tecnología
Conseguirían tecnología de punta; cámara, escáneres y elementos de control que permitan tener información y poder prevenir actos de violencia. En este punto se habló de mejorar la alimentación de los privados de libertad.
3. Reclasificación de PPL
Los privados de libertad serán clasificados según su grado de peligrosidad, su comportamiento, el delito por el que están presos y el tiempode condena que aún deban cumplir.
Crímenes
William Humberto Poveda, alias El Cubano fue asesinado este martes en la Regional. Él era el jefe de la banda los Cubanos. Tenía 13 detenciones por varios crímenes entre ellos el asesinato de una exdirectora de la cárcel. Desde la muerte de Poveda, dos hombres han sido acribillados en el Guasmo, zona donde residía Poveda. Los moradores aseguran que estas serían respuestas ante la muerte del líder de los Cubanos. (El Universo)