Un total de 600 jóvenes rindieron ayer el examen Ser Bachiller en Colegio Hipatia Cárdenas Bustamante, en el norte de Quito. Este es uno de los megacentros en los que se realiza la prueba.
Wilson López director del Instituto Nacional de Innovación Educativa, explicó que 225.767 jóvenes se someterán a esta evaluación, que es requisito obligatorio para optar a una carreta universitaria en el sistema público.
Del total de participantes 126.419 son recién graduados, y cumplirán el proceso desde el lunes hasta el jueves próximo. Los 98.348 restantes son bachilleres de años anteriores y rendirán la prueba hasta hoy.
El proceso corresponde al segundo semestre de 2019 del régimen Sierra-Amazonía. Ayer, un poco más de 2.300 personas con discapacidad rindieron la prueba.
Déficit
Adrián Bonilla, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senecyt), reconoció que como máximo se abrirán 80.000 cupos en las universidades públicas, tal como sucedió en el semestre pasado.
“Las universidades privadas, de acuerdo con los puntajes, disponen de un 43% de las plazas de sus carreras para los estudiantes en el examen Ser Bachiller. El 57% restante va al sistema público, pero los cupos dependen de la capacidad del sistema público. Hacemos esfuerzos para mejorar la capacidad de infraestructura, pero todavía hay deficiencias «, aseveró.
Los puntos que cuentan
Para acceder a la carrera de su preferencia, no solo cuenta el puntaje que el estudiante obtenga en el exámen, sino también las notas que logró durante el bachillerato. Para las profesiones con mayor demanda se deben alcanzar al menos 970 sobre 1.000 puntos.
Francisco Cevallos viceministro de Gestión Educativa, puntualizó que los resultados del Ser Bachiller representan el 60% de la ponderación para acceder a los cupos, y resto depende del récord académico de cada estudiante.
Enfrentando el sistema
Andrea Moya, se graduó hace dos años, pero ayer volvió a rendir el examen porque no ha podido llegar al puntaje para ingresar a la carrera de Medicina en el sistema público. “Muchos jóvenes estamos en una especie de limbo, sin poder estudiar ni trabajar, o solo sobreviviendo con empleos informales y mal pagados”, contó.
Según la última estadística disponible de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con corte a mediados de 2018, el 25,4% de jóvenes ecuatorianos, de 18 a 24 años, son ‘ninis’, ni estudian ni trabajan. Esto quiere decir alrededor de 767.916 personas en el limbo educativo y laboral.
Autoridades minimizan denuncias
° Ante los reclamos recientes en ciudades como Ambato y Quito, donde padres denuncian que agencias clandestinas estarían vendiendo cupos para ingresar a las universidades públicas, el secretario de Senecyt recalcó que es “muy difícil, prácticamente imposible alterar el sistema”. Además rechazó que haya funcionarios públicos involucrados en ese tipo de tramas.
“Todos los semestres tenemos este tipo de denuncias, y en todos los casos, que incluso han llegado a Fiscalía, se ha determinado que se trata de estafas privadas. Si hubiera gente involucrada dentro de las instituciones públicas tenga la seguridad que terminarán en la cárcel. De todas maneras es un escándalo que la sociedad no puede tolerar, si son ciertas estas nuevas denuncias, y se investigarán como se ha hecho anteriormente”, concluyó. (La Hora)