“Hace minutos estaba tomando con nosotros y ya se retiraba a descansar. No puede ser que esté muerto”, decía sorprendido el ciudadano Walter Gómez, quien no salía del asombro al ver a su amigo, Pascual Tomalá, de 48 años, muerto en el portal de ingreso del domicilio, a donde se dirigía.
A Tomalá cariñosamente lo conocían como ‘La Plancha’ y testigos relataron que lo vieron caminar en estadoetílico hasta su domicilio. Se presume que, al intentar colocar la llave en la cerradura de la puerta, no lo pudo hacer y por su estado en el que se encontraba, perdió el equilibrio y cayó hacia atrás.
El horrendo golpe alarmó al vecindario, “¡Plancha está muerto!”, eran los gritos, que a las 20:00 del domingo se escuchó por doquier en el barrio 28 de Mayo del cantón La Libertad, provincia de Santa Elena. Los moradores corrían hacia el domicilio de Pascual y, al verlo sin vida, no salían del asombro.
“No puede ser que mi amigo haya fallecido en un instante, siempre tomábamos con un grupo de amigos de aquí del barrio, hoy lo vimos muy contento”, lamentaba Franklin Perero, quien llegó sobresaltado por la novedad.
La horrenda caía de Pascual Tomalá hizo que la parte posterior su cráneo se destape, por lo que su muerte fue de forma instantánea. Los que llegaron primero al lugar del suceso indicaron que terminó bañado con su propia sangre.
Personal policial acudió al sitio para conocer indicios de lo ocurrido y luego llevar el cuerpo sin vida de Tomalá al anfiteatro municipal de Santa Elena para continuar con las pericias.
Asimismo, personal de la fiscalía dialogó con los deudos sobre los procedimientos de ley a seguir. Es que ciertos allegados no estaban de acuerdo con el traslado del cuerpo hacia la morgue.
El ciudadano en mención era soltero y vivía junto a sus familiares, quienes lamentaban lo ocurrido. “Esas son las consecuencias a donde conduce el alcohol cuando se toma en exceso, que Dios le perdone al amigo ‘Plancha’ y que descanse en paz”, expresó Jimmy Borbor. (Extra)