Édison Pardo Cuenca no sabe si podrá volver a tener una vida sexual normal. Por ahora, el hombre se debate entre la vida y la muerte. Está internado en el hospital Teófilo Dávila, de Machala, provincia de El Oro, con quemaduras de cuarto grado.
Existen dos versiones: una, que los atacantes de Pardo le rociaron ácido en sus partes íntimas y lo abandonaron en la casa de salud; la otra es que le prendieron fuego con gasolina.
Sin embargo, el doctor Santiago Salazar, cirujano plástico del hospital, informó que el paciente, “antes de entrar en shock, dijo que solito se echó alcohol y se acercó a la cocina donde se quemó”. Esta versión, sin embargo, estaría siendo descartada.
El hombre, de 50 años, tiene el 85 % del cuerpo quemado y se encuentra en estado crítico. Fue una mujer, de quienes los médicos desconocen su identidad, la que lo habría dejado en emergencias, el último fin de semana.
El área de Servicio Social del hospital difundió una alerta para encontrar a sus familiares, pues desde un inicio no se sabía nada de la víctima, ya que debía ser enviado a un hospital de mayor poder resolutivo.
Después de eso, el lunes 1 de julio comenzaron a llegar amigos de la víctima hasta la casa de salud. Allí se enteraron de que Edison se encontraba en Cuidados Intensivos. Ante ello, hicieron una colecta para ayudar en los medicamentos que necesitaba de urgencia.
Uno de los conocidos de la víctima, quien no quiso identificarse, contó que Édison no había llegado a la casa que arrendaba desde el miércoles 26 de junio.
La principal hipótesis que manejan los conocidos de Édison, es que el pasado viernes había acudido al llamado de una fémina y que, al parecer, esta chica le habría tenida una emboscada y, presuntamente, su esposo le regó el químico mortal en sus partes íntimas y pierna. (Extra)