Un grupo de mujeres indígenas amazónicas, que desde el pasado lunes protestan en Quito contra el extractivismo en la selva, prevén entregar el próximo jueves al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, un «mandato» que pide proteger sus territorios de la explotación petrolera y minera.
Así lo anunciaron sus portavoces tras mantener hoy una reunión en el Palacio de Gobierno con Juan Sebastián Roldán, secretario particular del mandatario ecuatoriano.
En esa cita, según un texto de la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom), Roldán explicó que la reunión responde a la política de diálogo que impulsa el Jefe del Estado, como un mecanismo para llegar a acuerdos.
Nina Gualinga, representante amazónica, dijo por su parte que el «mandato» que expondrán a Moreno está compuesto por una veintena de puntos, en los que se evidencia la postura de las comunidades indígenas sobre las concesiones mineras y petroleras ubicadas en la zona centro-sur de esa región selvática.
«Nosotras somos las protectoras de la selva», acotó Gualinga durante el encuentro con Roldán, y explicó que también solicitan al Gobierno acelerar las investigaciones en torno a presuntas amenazas y ataques a líderes de la zona.
Incluso pidió investigar denuncias de supuestas agresiones sexuales que habrían ocurrido en varios campos petroleros de la región, indica el texto de la Secom.
El colectivo de Mujeres de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), al que pertenecen las mujeres, mantiene desde el lunes concentraciones diarias en la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Gobierno, en el casco colonial de Quito.
Ellas han criticado el anuncio del Gobierno sobre un nuevo proceso de licitación petrolera en la zona centro-sur de la Amazonía ecuatoriana, porque consideran que afectaría a poblaciones de las etnias Shuar, Achuar, Sápara, Kichwa, Shiwiar, Waorani y Andoas.
Asimismo, se oponen a la concesión de áreas mineras en las zonas de Nankints o Tundayme, en el sur de la Amazonía, donde han denunciado desalojos de habitantes con el fin de dar paso a la explotación de metálicos a gran escala. EFE