Dos puñaladas, tres tiros, la mandíbula y las orejas cortadas, así fue asesinado Bryan José Cedeño Cabal, el muchacho de 19 años que fue hallado dentro de un saco de yute en un pantano del recinto Chonero de Afuera, parroquia El Rosario, del cantón El Empalme, de la provincia del Guayas.
Aparte su rostro estaba desfigurado debido a los picotones de los gallinazos que hacían presa del cadáver.
Según la autopsia, el cuerpo tenía perdigones por lo que se establece que el arma de fuego que utilizaron para eliminarlo fue una cartuchera.
El progenitor, mientras esperaba la entrega de los restos de su hijo, en el Centro Forense de Quevedo, en Los Ríos, reconoció que el muchacho “a veces andaba en cosas malas” y que también “lo querían matar”. Esto último lo divulgó Kasandra, hermana del occiso.
Para hoy, la joven contó que tenían previsto celebrar el cumpleaños de su madre Rosmery Cedeño, pero todos los planes quedaron en nada.
Ella trabaja en Guayaquil, sin embargo, todos los fines de semana viaja al sector Chonero de Afuera, donde habita su papá con sus dos hermanos.
Con respecto a Bryan detalló que el domingo pasado él le había enviado un mensaje por WhatsAppdiciéndole: “Hola hermana, respóndeme”.
Desde ahí no supo más de él hasta que un primo le avisó que lo habían asesinado.
Kasandra destacó que antes de que desapareciera un amigo le envió un audio a ella donde le indicaba que a su hermano lo andaban buscando porque, supuestamente, lo querían matar, pero no le dijo la razón.
“Pensaba verlo el sábado, pero con vida”, dijo entre sollozos la chica, quien además agregó que Bryan no estudiaba, solo jugaba indor o vóley con sus amigos y trabajaba en la agricultura.
Rosmery Cedeño añadió que a su hijo lo vio hasta el domingo en la noche en que llegó a dormir. De ahí él se levantó en la mañana, salió a trabajar a eso de las 06:00 y su hijo ya no estaba.
A las 17:00 de ese lunes, una vecina le dijo que lo había visto salir de casa. Indagó por el muchacho por varios días hasta que el jueves lo hallaron muerto.
Por corazonada lo descubrieron
Manuel Vera Meza, primo del fallecido, relató que al ver que no llegaba a casa comenzaron a preocuparse y en una moto salieron a buscarlo. El martes observaron el saco de yute tirado en un pequeño barranco, pero pensaban que habían botado basura o que estaba un perro muerto dentro de él porque los gallinazos llegaban abundantemente.
El jueves, por curiosidad y una corazonada del progenitor, bajaron al barranco y abrieron el saco. Con horror descubrieron la ropa con la que vieron por última vez a Bryan. También reconocieron sus zapatillas. Enseguida llamaron a la Policía de El Rosario para que se haga el levantamiento del cadáver. Luego lo trasladaron a Quevedo para la autopsia.