Ni las súplicas, ni los lamentos de María (nombre protegido) fueron escuchados por el agresor. “Usted se equivocó de persona, no me haga daño, por favor”, repitió una y otra vez la mujer de 64 años, mientras su victimario la agredía sexualmente dentro de un taxi.
El hombre no entendía palabras. Mientras la violaba pronunciaba el nombre de otra persona con quien, parece ser, habría mantenido una relación sentimental: “¡Maritza!”, repetía. “¿Te acuerdas de mí?, ¡no grites que nada te va a pasar!”, le dijo.
Habían transcurrido apenas 26 horas de esta violación cuando otra estremecía ya a la ciudadanía: ¡Una señora de 42 años era violada por un vecino!
Según la fémina, ella salió de su casa para dejar a un tío, quien vive en un sector cercano, de regreso a su hogar fue interceptada por un sujeto. Este la llevó a un lote baldío y la ultrajó. Los dos hechos se suscitaron en el cantón Durán, provincia de Guayas, y los implicados fueron detenidos.
Una semana antes, el 26 de agosto, un hecho aún más ‘monstruoso’ alarmó a los ecuatorianos: en Portoviejo abusaron de una mujer ¡de 86 años!
Los sospechosos son los tres hijos de la mujer que cuidaba a la adulta mayor.
¿Pero qué habría llevado a estos hombres a atacar sexualmente a estas mujeres?
Para conocer qué provoca que una persona atente contra la honra de otra, los tipos de violadores que existen y cómo prevenir en medida de lo posible una violación, este Diario consultó con dos especialistas de la conducta del ser humano: los reconocidos sicólogos clínicos Polidoro Segundo Romero y Samuel Merlano.
Romero describió al hombre que ultrajó a la señora de 42 años y a la adulta mayor como “violadores de oportunidad”.
“Lo hacen pensando que por tratarse de una persona adulta, no los van a denunciar”, dijo.
Indicó que los atacantes aprovecharon la indefensión de las víctimas para someterlas y violarlas.
“Los oportunistas eligen a su ‘blanco’ y si es una persona de edad, saben que está indefensa, que es fácil de poder amedrentar y someter, a diferencia de una mujer joven que puede poner resistencia y tener la fuerza para defenderse”, sostuvo.
Manifestó que la característica principal del atacante es que aprovecha la oportunidad y la vulnerabilidad de su ‘presa’.
También dijo que es probable que el agresor haya consumido algún tipo de sustancias o alcohol, lo cual le sirvió como estimulante para cometer este tipo de delito.
“Por lo general, estas personas tienen características antisociales de personalidad, lo más probable es que tengan antecedentes”, sostuvo.
El sicólogo Samuel Merlano coincide con el análisis de Romero acerca del perfil de los hombres que atentaron contra estas tres señoras.
“Son violadores de oportunidad, no tienen una planificación, generan la violación por las circunstancias que se dan. Bien puede ser una mujer mayor, un niño o un adolescente, cualquier persona que esté vulnerable”, refirió.
Agregó que estas personas tienen desórdenes sexuales y a su vez están bajo el efecto del alcohol o de la droga “no piensan porque se dirigen por los impulsos”.
Romero afirmó que no se puede encasillar al violador en un perfil único y que quienes cometieron el delito en contra de las tres féminas citadas en esta nota aprovecharon la oportunidad, porque las circunstancias se lo facilitaron, muchas veces bajo el efecto de alguna droga o de alcohol.
TIPOS DE VIOLADORES
Los dos especialistas explicaron acerca de la diversidad de motivos y maneras por las que un sujeto decide forzar a otro a mantener relaciones. Algunos tipos de agresores sexuales, entre otros, son los siguientes:
Los violadores sádicos o masoquistas: “estos sienten placer cuando ven a la víctima sufrir y en el momento en que trata de defenderse pueden golpear su pecho, algo que los excita, porque tienen combinaciones sadomasoquistas”, explicó Merlano.
Violadores sexuales motivados por la venganza: “estos planifican la violación para desquitarse, vengarse de la situación que le hicieron pasar en algún momento”.
Violador que busca confianza o ‘reconciliación’. “Ellos tienen una distorsión mental de la realidad y piensan que al momento de abusar de la víctima, esta lo va a reconocer como su pareja y va a surgir un afecto entre ellos”. (Extra)