El espíritu indígena de la fanesca, el plato tradicional ecuatoriano para Semana Santa, fue hoy el epicentro de una muestra en Quito, en el que una veintena de cocineros dieron su toque personal a una receta legendaria que muchos creen de raíces exclusivamente cristianas.
El popular evento se desarrolló en el emblemático Convento de Santo Domingo, en pleno casco histórico de la capital ecuatoriana y que hoy abrió sus puertas para albergar la fase final del ya tradicional concurso de fanescas de Quito.
«La fanesca siempre se ha fusionado con el cristianismo y el origen andino ha quedado relegado», se lamentó a Efe Sairy Terán, estudiante de gastronomía de la Universidad de las Américas (UDLA), uno de los organizadores del evento.
Terán, de unos 20 años y de origen indígena, destacó que es «importante que las personas conozcan sobre nuestras celebraciones».
Y es que aunque típico de Semana Santa, este portentoso plato que pone fin al ayuno de la Cuaresma está hecho a base de doce granos tiernos y pescado seco, y tiene una estrecha relación con la cultura indígena.
En esta cultura, el 21 de marzo se festeja el Pawkar Raymi o la «fiesta del florecimiento», donde en agradecimiento a la Pachamama -la Madre Tierra- por los granos tiernos cosechados se prepara un guiso denominado «Uchucuta» o «Fancesca».
«La idea del evento fue coincidir con el 21 de marzo, que es el equinoccio de primavera. En esta fecha la cultura indígena prepara la Uchucuta, que es un guiso a base de los granos tiernos que cosechan», comentó a Efe Felipe Romero, decano de gastronomía de la UDLA.
En la fanesca, que condimenta el sincretismo religioso del país y da la bienvenida a las cosechas andinas, se cuece una variedad de granos frescos, abundante leche, queso y bacalao seco y se adorna con plátano frito, rodajas de huevo y masitas de harina.
El plato se acompaña usualmente con «molo», un puré de papas en una cama de lechugas, y como postre se come dulce de higos con queso tierno, que se degustan en esta época que entrelaza fe, recogimiento, degustación y turismo.
De esta forma, y en conjunto con el Municipio de Quito y su organismo de promoción Quito Turismo, una veintena de chefs y estudiantes presentaron hoy sus platos para que los quiteños pudieran degustar su particular interpretación de este plato tradicional.
Y también conocer a los productores de grano, principalmente de las zonas rurales del Distrito Metropolitano de Quito y quienes hoy explicaron a los visitantes el calendario agrícola andino y las celebraciones a su alrededor.
«El productor es la esencia de la fanesca, estamos reconociendo la importancia de su labor al sembrar la tierra y hacerlo de forma orgánica», dijo la gerente general de Quito Turismo, Verónica Sevilla.
Durante el evento, los organizadores premiaron a veinte establecimientos de la capital, entre ellos seis restaurantes de alta categoría, cuatro huecas (pequeños kioscos), seis hoteles urbanos y cuatro rurales, por su contribución a la preservación de esta tradición. EFE