El desempleo en América Latina y el Caribe (ALC) subió levemente en el 2019 y se ubicó en el 8,1%, lo cual marca un panorama laboral que no es positivo y muestra indicios de que la precarización podría empeorar en el 2020 si el crecimiento económico continúa débil.
Eso concluye un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentado este 28 de enero de 2020, en Perú.
En el 2018 la tasa regional de desocupación fue de 8%. El leve alza de menos de un punto porcentual, significa que más de 25 millones de personas buscan empleo y no lo consiguen en una región donde crecen las demandas de mayores oportunidades y de igualdad, según el estudio.
Para el 2020, la tendencia al alza podría llegar al 8,4% si ALC sigue con crecimiento económicos moderados, sostiene un comunicado de la OIT. Las últimas estimaciones de CEPAL ubicaban el crecimiento promedio de 2019 en 0,1% y pronosticaban un nivel bajo para 2020, de 1,3%.
En 9 de 14 países de América Latina el alza de desocupación «fue predominante». Mientras tanto, Caribe angloparlante evidenció un descenso de 0,7 décimas.
En el caso de Ecuador el informe muestra que al tercer trimestre del 2019 la tasa de desocupación fue del 4,6%, lo que significa un aumento de 0,4 puntos porcentuales con relación al 2018. Además, en los tres primeros trimestres de 2019 y el 2018 el indicador de desocupación juvenil también se incrementó al 10,4%.
El director Regional de la OIT, Juan Hunt, comentó que las recientes manifestaciones de ciudadanos pidiendo mejores oportunidades y mayor igualdad “evidencia la persistencia de los déficits de trabajo decente” en la región.
El informe agrega que pese al persistente aumento de la participación laboral de las mujeres, que llegó a 50,9% al tercer trimestre de 2019, esta sigue estando más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres, que es de 74,3%.
Además, la OIT considera que la situación de los jóvenes es alarmante dado que, al tercer trimestre, la tasa de desocupación regional fue de 19,8%, lo que implica que uno de cada cinco jóvenes en la fuerza laboral no puede conseguir empleo. Este es el nivel más alto registrado de esa tasa en la última década.
“Las oportunidades de acceder a un empleo digno y productivo, con salarios justos, con inclusión social, con protección social y derechos laborales son clave para responder a las demandas sociales, para garantizar que los beneficios del crecimiento lleguen a todos y la gobernabilidad”, comentó Hunt al presentar el informe. (El Comercio)