Hay dolor en una familia de la parroquia Barbones del cantón El Guabo, una madre junto a su hijo de 27 años de edad, murieron trágicamente, cuando se dirigían a Machala por la vía La Primavera.
El objetivo era llegar a Movilidad para matricular su motocicleta. Ellos salieron de la casa a las 07:00, recorrieron más de 16 kilómetros, le faltaban 3 para llegar a su destino, jamás pensaron que su vida se acabaría a la altura de los moteles en Machala, donde un vehículo los atropelló, los arrastró hasta que murieron.
Se trata de Javier García Barreto y su madre de Angélica Barreto Ibáñez. El hecho ocurrió en la vía La Primavera de la ciudad de Machala, alrededor de las 07:40 del viernes 7 de enero. “Mamita, hermanito no se mueran, levántense. ¡Dios, no puede ser!”, gritó uno de los familiares que llegó al sitio del accidente. Según testigos, Javier de 27 años de edad murió al instante, él era quien conducía la motocicleta.
Su madre quedó gravemente herida. Al verla agonizando, los conductores llamaron al ECU 911, quien coordinó una ambulancia del Ministerio de Salud Pública (MSP). “Pasaron 20 minutos y la ambulancia no llegaba, después de ese tiempo la mujer murió”, dijo uno de los presentes.
Ambos iban a matricular la motocicleta, Angélica de 50 años de edad acompañaba a su hijo, luego iba a realizar unos trámites en el centro de la ciudad de Machala. La moto quedó destrozada, lo mismo ocurrió con el vehículo que, debido a la mala maniobra se volcó. El conductor salió huyendo, dejando el carro abandonado. Al sitio llegó el Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de la Policía Nacional y Agentes Civiles de Tránsito (ACT), quienes acordonaron el área y taparon los cuerpos que estaban a un costado de la vía, ambos tenían casco.
Uno de los agentes explicó que por versiones de testigos conocieron que el vehículo tipo Jepp, marca Ford, de placas GOC-968 circulaba en sentido Machala – La Iberia, y en sentido contrario transitaba la moto. “Por razones aún no determinadas, el automotor habría perdido carril, invadiendo el extremo por donde circulaba el frágil vehículo con las dos personas.
Este automotor fue abandonado a unos cuatro kilómetros, al ingreso de un motel de esta ciudad”, dijo el oficial. Dolor En los exteriores del Centro Forense de Machala se vivió momentos de dolor, amigos y colegas músicos del joven Javier llegaron para conocer la noticia. Ellos explicaron que el occiso era parte de una banda musical, le gustaba mucho tocar la guitarra. Además, pertenecía a la banda musical de una iglesia en su natal Barbones.
“Él decía que quería ser un gran guitarrista, practicaba mucho”, dijo uno de los amigos. Un señor se bajó de una camioneta ploma, era el esposo y padre de los occisos, por el doble dolor de perder a sus seres queridos no podía hablar, el llanto le ganó. “No puede ser, esto debe ser una pesadilla”, gritaba el hombre mientras una de sus hermanas lo consolaba.