El Gobierno ecuatoriano espera recaudar otros 810 millones de dólares en tributos hasta 2021 en una nueva estrategia que incluye también medidas para estabilizar la economía, reducir la deuda pública y relanzar la productividad.
Así lo dijo hoy en rueda de prensa la nueva ministra de Economía y Finanzas, María Elsa Viteri, al anunciar que ese dinero provendrá de un incremento de aranceles en 375 partidas.
Viteri, que repite en el cargo (ya fue ministra de Finanzas en uno de los Gobiernos del expresidente Rafael Correa), explicó hoy los aspectos técnicos y legales de una decisión anunciada el lunes por el presidente Lenín Moreno.
Dentro del programa de estabilización económica está la intención de equilibrar entre política tributaria y productividad, de forma que el sector privado asuma una gran parte de las funciones de inversión que el Estado ecuatoriano tuvo durante la última década.
En ese sentido, Ecuador también tratará de renegociar las condiciones de sus obligaciones, que según algunos estudios podrían acercarse a los 70.000 millones de dólares si se tienen en cuenta todos sus componentes.
«Todos tenemos que ponernos de acuerdo en cómo queremos que se maneje esta deuda, es decir, qué entra y qué no entra», dijo hoy la ministra sobre las divergencias existentes en cuanto al monto de la deuda.
El expresidente Correa asegura que no se ha excedido de los límites permitidos por ley, aunque su sucesor, Moreno, prefiere aplicar una fórmula más amplia que incluye todas las obligaciones del Estado en sus distintas administraciones.
Ayer, Moreno adelantó que se tratarán de renegociar los tipos de interés para que al Estado le cueste menos dinero financiar esa deuda, y a la vez, equilibrar el presupuesto del Gobierno.
Eso se hará mediante un incremento en la recaudación tributaria, un adelgazamiento del aparato administrativo del Estado, y medidas de ahorro a todos los niveles institucionales por valor de 1.000 millones de dólares anuales.
Entre las metas y ejes del nuevo plan que destacó Viteri está incluido el equilibrio progresivo de la balanza de pagos, lo que a más largo plazo podría conducir a una reducción progresiva del impuesto a la salida de divisas, el ISD.
«El ISD lo estamos planeando bajar progresivamente y tiene que ver de alguna manera con la respuesta de exportadores y de importadores, para ello lo primero que tenemos que definir es cuán autosustentable es nuestro sector externo», explicó sobre las intenciones del Gobierno.
Dicho impuesto, que exige el pago de un 5 % en la salida de divisas a partir de una pequeña cantidad exonerada, ha sido criticado por los sectores privados como un obstáculo a la inversión, entre otras razones, porque el inversor, al hacer sus cálculos, no sabe si en el futuro podría ser elevado.
Moreno prometió ayer que uno de los ejes de su nueva política económica es la de garantizar la estabilidad y «previsibilidad» jurídica, con el fin de que las condiciones no puedan ser cambiadas y el inversor se sienta más seguro al traer su dinero al país.
Ecuador espera en los próximos cuatro años el ingreso de 7.000 millones de dólares en capital de inversión. EFE