Tres años tuvieron que pasar para que Diana Tapia reciba el primer abrazo de su hija, que padece de autismo e inmadurez cerebral. Esto fue posible tan solo tres semanas después de iniciar las terapias con caballos en la Hacienda La Magdalena.
“A mi hija le ayudaron muchísimo. El caballo tiene una energía especial que conecta con la columna del niño, mejorando la postura y equilibrio. En ella vi un avance muy rápido”, mencionó.
Danny Andrade, propietario de La Magdalena, afirmó que hace dos años iniciaron con este proyecto que brinda terapias gratuitas y que se desarrolla en convenio con el Ministerio de Salud Pública (MSP), mejorando la calidad de vida de niños y jóvenes que han asistido.
“Cuando llegan no quieren ni tocar los caballos, pero al finalizar eso cambia. Es muy motivador”, afirmó Andrade, quien tramita la conformación de la Fundación La Magdalena y poder recibir a alrededor de 400 niños en un año.