Manabí es la tercera provincia más poblada de Ecuador, y desde hace días, la segunda con más casos de coronavirus.
Pero las cifras oficiales al 6 de mayo de 2020 no muestran esta realidad, son los números de muertes y los resultados de pruebas rápidas los que evidencian la situación.
Según los datos oficiales, Manabí tiene 1.046 casos confirmados de Covid-19 y 209 pacientes fallecidos hasta el 6 de mayo. Eso la convertiría en la tercera provincia con más casos, y la segunda con más muertes.
Pero la cifra de los casos confirmados no muestra lo que realmente pasa. Esto ocurre porque hasta el 3 de mayo, había 2.442 pruebas represadas, es decir, personas que se sometieron a la prueba PCR porque presentaron posibles síntomas de coronavirus pero no han recibido los resultados aún.
Además, el único día en que las autoridades dieron a conocer los resultados de las pruebas rápidas (el 24 de abril), Manabí mostró 1.869 casos confirmados. Esta cifra es muy superior a la actual, que solo toma en cuenta los casos confirmados con pruebas PCR.
Y la curva no se aplana
La cifra reina que las autoridades esgrimen para analizar la evolución de la epidemia es el número de contagios. Esa curva es la que debería aplanarse como muestra de que la situación está mejorando.
Pero la curva de contagios de Manabí no se aplana. El análisis de los casos, considerando el día de inicio de síntomas, es preocupante. Los datos muestran que, por ejemplo, 21 personas contagiadas de coronavirus comenzaron a sentir síntomas el 21 de abril.
Estas estadísticas evidencian el retraso en las pruebas PCR de coronavirus en la provincia. Los últimos datos disponibles son de personas que sintieron síntomas el 29 de abril de 2020 y no hay números de los nuevos contagios en lo que va de mayo.
La situación es más compleja en algunos cantones: Jipijapa y Montecristi, por ejemplo, tienen una alta tasa de contagios en comparación con el tamaño de su población.
Muertes: la otra curva
El número de muertes por coronavirus en Manabí tampoco muestra una tendencia a la baja. Según las autoridades provinciales, esta es la cifra que más preocupación causa, pues evidencia que la enfermedad no se ha controlado.
Hasta el 6 de mayo de 2020, Manabí registraba 209 muertos, convirtiéndose en la segunda provincia con más fallecidos confirmados por coronavirus.
A esto hay que sumarle la cifra de muertos probables, es decir, las personas que fallecieron con síntomas de Covid-19 pero a las que no se les hicieron pruebas. Este dato no está actualizado. Al 3 de mayo, la provincia tenía 211 muertos probables.
Jipijapa, con 94 muertos entre confirmados y probables, tiene la tasa más alta de fallecidos por cada 100.000 habitantes, y entra entre los cantones con mortalidad más alta en todo el país.
Pero al igual que en la provincia de Guayas, el número de muertos confirmados por coronavirus y de fallecimientos probables no muestra la realidad completa.
Los datos del Registro Civil sobre el total de defunciones por todas las causas en Manabí reflejan que más personas han muerto entre marzo y abril de 2020 en comparación con el mismo periodo de años pasados.
En promedio, en Manabí mueren entre 17 y 20 personas diarias. Pero en medio de la crisis sanitaria, el 20 de abril llegaron a morir 62 personas en la provincia.
Las muertes por todas las causas en abril de 2018 sumaron 485, y en el mismo mes de 2019, 554. Según el Registro Civil, en abril de 2020 murieron 1.107 personas en Manabí, es decir, casi el doble de lo normal.
Pruebas sin resultados
La última actualización sobre el número de pruebas PCR realizadas en la provincia corresponde al 3 de mayo de 2020. Hasta esa fecha, estaban pendientes los resultados de 2.442 muestras tomadas.
Las autoridades han pedido al Gobierno central ayuda para reducir el represamiento de las pruebas, pues necesitan conocer más detalladamente la situación de la provincia.
Frente a esto, sostiene que ya más de 1.200 pruebas han sido procesadas y sus resultados se evidenciarán en los reportes nacionales en los días por venir.
Se analiza habilitar laboratorios privados para que las muestras no se tengan que trasladar a otras provincias, lo cual es una de las causas de la demora de los resultados.
En Manabí se sostiene que la situación de la provincia se agravó una vez que comenzó la parte más dura de la emergencia en Guayas, a mediados de marzo.
Se asegura que muchos manabitas que residían en la provincia vecina regresaron, y trajeron consigo el virus. Controlar todos los accesos a una provincia tan extensa como Manabí resultó una tarea casi imposible.
Un posible levantamiento de las medidas de restricción es algo que se ve como todavía lejano. Espera que en las próximas dos semanas se pueda constatar un real aplanamiento de la curva de contagios y de muertes, que se sostenga durante algunos días, para evaluar una reapertura de Manabí.
Mientras tanto, para enfrentar la emergencia, los gobiernos seccionales de Manabí piden al Ejecutivo que les transfiera los recursos que les debe, pues ha pagado solo hasta febrero. Entre las asignaciones que el Gobierno central debe a Manabí, solo la Prefectura reclama unos USD 50 millones.