En Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, 282 docentes solicitaron que se autorice el regreso a las aulas para dictar clases semipresenciales, dos o tres días a la semana.
La Coordinación Zonal 4 del Ministerio de Educación emprendió un recorrido a esos establecimientos unidocentes o bidocentes para evaluar la condición de la infraestructura educativa. También se empezó a revisar las cifras de contagios por covid-19 en las comunidades rurales.
Las escuelas que aprueben esa inspección podrán empezar clases el 15 de julio con esa modalidad mixta.
Kléber Zambrano es uno de los docentes manabitas que pidió el retorno a las aulas. Él afirmó que la mayoría de estudiantes de la zona rural de Chone no cuentan con Internet y los padres de familia deben hacer recargas semanales para que los niños se conecten. Contó que muchos de los celulares tienen poca memoria y eso dificulta el envío de deberes y la descarga de archivos.
Para solucionar ese inconveniente, el Ministerio de Educación empezó con la entrega de fichas impresas en las comunidades. Actualmente, se han entregado 86 500 fichas en las dos provincias.
En esos instrumentos se anotaron las tareas que los estudiantes deberán hacer cada semana. Además, pueden reforzar ese contenido con programas radiales y televisivos como Educa y Aprender la tele.
Sin embargo, Zambrano opinó que eso no es suficiente para que los niños aprendan a leer, escribir, dividir o multiplicar. “Los padres ayudan a los niños a hacer esos deberes o incluso los hacen por ellos. Mientras que en el aula, yo puedo dirigirlos y enseñarles”.
El coordinador zonal 4 de Educación, José Burgos, afirmó que el proyecto para clases semipresenciales en la zona rural aún está en evaluación en Santo Domingo y Manabí.
Las escuelas habilitadas serán las que tengan una infraestructura adecuada con servicios básicos y donde los docentes vivan dentro de la comunidad y no haya factores de contagio. Además los estudiantes matriculados serán divididos en grupos para que haya distanciamiento social.
Esta semana, los padres de familia de al menos 200 escuelas de la zona rural de ambas provincias hicieron mingas para limpiar la maleza de los patios y sacudir el polvo de las aulas que han permanecido cerradas desde febrero.
Martha Mera, madre de familia, afirmó que para los padres han sido un reto las clases virtuales porque la conexión en el campo es intermitente y deben reiniciar los teléfonos para acceder a Internet. “Es difícil que los niños se concentren así. Mi hijo se distrae con cualquier cosa y le da vergüenza preguntar al profesor y luego yo no lo puedo guiar para hacer deberes”.
Otro de los inconvenientes es que los padres trabajan en los cultivos de café, cacao, pitahaya, maíz y otros. Mera afirmó que si los niños están en clases durante la mañana, los padres pueden laborar sin esa preocupación.
Pero hay padres de familia que se oponen a que las clases se reanuden en las escuelas. Josefa Zambrano, de la parroquia San Antonio de Chone, señaló que en esa localidad se han registrado casos de dengue y que las escuelas de la zona pueden ser focos de contagio. “En invierno, la escuelita se inundó y el agua permaneció estancada varios días y con la maleza que creció y la falta de uso es muy probable que haya zancudos que causan el dengue”.
Zambrano no enviará a su hijo de 7 años a clases. Ella seguirá con las clases virtuales y señaló que contrató un plan de Internet por USD 15 mensuales. “Mi esposo vende verde y cacao. Todos los días guardamos USD 0,50 para pagar fin de mes y así estar seguros”.
Burgos afirmó que no será obligatorio que todos los alumnos accedan a las clases semipresenciales. Si una escuela – agregó – tiene 30 estudiantes y 10 deciden quedarse en casa, se les entregará las fichas o recibirán clases a través de las plataformas digitales e incluso por WhatsApp.
El funcionario informó que antes del ingreso a clases se realizarán desinfecciones y fumigaciones para evitar contagios de covid-19 o de enfermedades como el dengue.
Los estudiantes podrán seguir matriculándose ya sea para clases virtuales o semipresenciales. “El regreso es únicamente para la zona rural. Ningún plantel urbano tiene autorización de iniciar clases presenciales”, dijo Burgos (El Comercio)