Daniel Salcedo, implicado en la trama de corrupción en hospitales del país, no pudo rendir su versión este viernes en el caso de presunto lavado de activos, por el que está siendo procesado su hermano Noé, quien fue capturado el 9 de junio pasado, en la frontera sur, en posesión de 40 000 dólares.
La detención ocurrió un día después de que Salcedo tuviera un accidente aéreo cuando huía del país en una avioneta.
Pasadas las 14:00 de ayer, la fiscal Ivone Proaño llegó para la diligencia al hospital Abel Gilbert Pontón, en el suburbio de Guayaquil, donde está internado Salcedo.
Enseguida ingresó Luigi García, defensor de Salcedo. Treinta minutos después, todos salieron del sitio.
García explicó que no se realizó la toma de versión a Salcedo, porque su estado es crítico, y debido a que supuestamente sufriría de ‘delirios’.
«La propia dirección de este centro hospitalario prohibió que ingresemos a la Unidad de Cuidados Intensivos porque el estado de salud de Daniel Salcedo es crítico. El señor tiene delirios, es decir, tiende a confundir ciertos hechos y ciertos actos, es más, esos delirios se remontan al año 2016. De tal forma que él no está en condiciones de rendir una versión», manifestó el abogado García.
Agregó que se pedirá un informe al hospital Guayaquil para establecer una nueva fecha de comparecencia.
Salcedo está vinculado a una investigación por peculado por la compra con sobreprecio de insumos médicos para hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Por este hecho le dictaron prisión preventiva, pero también se lo proceso por el delito de fraude procesal, es decir, por salir del país pese a una boleta de captura que había en su contra desde el 3 de junio, día que se realizaron 37 allanmeintos y se detuvo a 16 personas por actos de corrupción.
Ayer el fiscal Joffre Velasco, quien investiga la huida de Salcedo, contó que el martes intentó viajar a Perú para levantar indicios sobre el accidente en el que falleció un piloto, pero los militares peruanos no les permitieron el paso, pues la frontera permanecen cerradas por la pandemia.
«Estamos ala espera de la autorización de la Fiscalía peruana para que permitan el ingreso. Tuvimos que regresarnos porque ni en Huaquillas había como esperar autorización, los hoteles están llenos de personas en aislamiento.
Veslasco dijo que la otra semana, entre el lunes y el martes, viajarían nuevamente a Perú.
En ese país permanecen los retos de la avioneta accidentada en Tumbes y que pertenece a la familia Adum, quienes denunciaron que la aeronave había sido robada tras conocerse la noticia del choque.
El miércoles el piloto oficial de la nave,quien había estado desaparecido desde el día del accidente, acudió a la Fiscalía de La Merced para rendir su versión en el caso de fraude procesal.
El abogado de la familia Adum, Alfredo Arboleda, relató lo que el piloto contó en su versión, pues Lara abandonó la dependencia judicial evitando a la prensa.
Según Arboleda, Lara indicó que el piloto Alfredo Espinoza, el único fallecido en el accidente, habría alquilado la aeronave por 1500 dólares, dinero que supuestamente fue transferido a quien administra la aeronave.
“Dijo Lara que no conocía a los pasajeros y que solo subió a la aeronave para asistir en el vuelo a Espinoza. Dijo que tampoco sabía que iban a Perú y que él bajó la cabeza para llenar papeles por algunos minutos y que cuando levantó la mirada se dio cuenta de que no iban a la isla Puná, como decía el itinerario de vuelo”, indicó el abogado de Adum.
El legista aseguró que el piloto sobreviviente indicó al fiscal que él empezó a forcejear con el piloto Espinoza para retomar la ruta y que esto habría causado el choque en Tumbes.
Como si se tratara de una telenovela, Lara dijo según Arboleda, que había sido rescatado por persona que pasaban en una especie de tricimoto y quienes lo curaron.
El abogado de la familia Adum asegura que la historia le resulta poco creíble y que eso haría dudar incluso de personal de la torre de control, porque de ser cierto que nunca fueron a Puná, salta la duda de en qué momento se alteró la matrícula de la avioneta sin que nadie lo notara en tierra. (El Universo)