Ecuador podría sobrepasar las 20 mil muertes en octubre debido al coronavirus, de acuerdo a un modelo matemático de la Universidad de Washington.
Según el doctor Rafael Lozano, uno de los investigadores en el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud (IHME), donde se crea el pronóstico, el ejemplo más dramático es el de Ecuador, donde el instituto proyecta una segunda ola a partir de agosto de 2020.
De acuerdo al modelo, si las medidas de flexibilización avanzan sin una marcha atrás, Ecuador pasaría de las 4939 muertes registradas haste este 9 de julio a más de 21 300 para el 1 de octubre.
Pero incluso con un regreso a una cuarentena estricta, los fallecimientos estarían por encima de los 20 200 y, sumándole el uso universal de las mascarillas, igual serían más de 19 500, detalla Lozano, para quien la pandemia de COVID-19 «es muy parecida a la europea».
«La epidemia de Ecuador es completamente diferente a la epidemia de Brasil, de México, de Colombia», afirma Lozano.
«Tuvo su incremento en el mes de marzo y abril, y después una meseta plana durante muchos meses».
En el caso de Estados Unidos se podría llegar a 142 mil muertes para el 1 de agosto, debido en parte a que el modelo del IHME contempla el relajamiento de las políticas de distanciamiento físico.
“Cuando se agrega este componente de relajamiento, el número de muertes es mayor debido a que puede haber un rebrote en términos de las tasa de contagio”, explicó Lozano a la Voz de América.
Casi un millón de muertos en Latinoamérica y el Caribe
El experto habla de tres escenarios, en que el primero es «el pesimista» que supone que las medidas de cuarentena (obligación de quedarse en las casas, cierre de las escuelas y servicios no esenciales, prohibición de eventos masivos, etc.) se van flexibilizando de forma continua y constante.
Según Lozano, «si se relajan las medidas preventivas, estamos estimando que para la región de Latinoamérica y el Caribe habrá alrededor de 900 000 muertes al 1 de octubre», explica.
Con los datos que el IHME ha estado recopilando y las proyecciones, Lozano considera que en lugares donde la epidemia de coronavirus subió rápidamente, como Brasil o Nueva York, “también tiene una disminución más o menos rápida”. Pero, en los sitios donde la contención fue “eficiente y temprana”, como el estado de Washington, “la epidemia es mucho más plana [y] va durar más tiempo”. (El Universo)