La empresa La Fabril, asentada en Montecristi, Manabí, también ha sido eje de impulso y solidaridad en Ecuador durante esta pandemia por el COVID-19.
Las operaciones de esta empresa no pararon, pero se tomaron las medidas de protección para el cuidado de sus cerca de 3200 empleados a nivel nacional, aunque debido a los protocolos establecidos se trabajó con el mínimo de colaboradores posibles.
Tras el inicio de la crisis sanitaria la empresa donó a varias ciudades del país, entre ellas Guayaquil, una parte importante de su producción para que sea distribuida entre la ciudadanía, a través de entidades no gubernamentales o representantes de autoridades.
Así se distribuyeron a nivel nacional 70 000 litros de aceite, 73 000 pastillas de jabón, 7000 unidades de margarina, 3000 litros de cloro y 5000 litros de desinfectante de la marca Olimpia. De estas cantidades, el 50 % fue destinado para Guayaquil, dice la empresa.
También se suma el aporte de cerca de 2000 kilos de detergente a la empresa Holcim y a varios municipios. Además se asignaron 72 000 unidades de toallas íntimas a la fundación Khare, de Karla Morales.
«Seguimos abasteciendo a las familias ecuatorianas con nuestros productos, ya sean alimentos, insumos para consumo de primera necesidad o productos de limpieza e higiene personal. Estamos conscientes de la importancia de contar con disponibilidad continua de estos recursos en las circunstancias que atravesamos», reza parte de un comunicado.
Al personal de La Fabril también se le ha dado kits de alimentos e higiene semanalmente, acceso al inventario de medicina en la lucha contra el COVID-19 y flexibilidad en los horarios, sin contar los insumos de protección y la adquisición de dos laboratorios para hacerles exámenes PCR (con 12 000 kits) a sus colaboradores. (El Universo)